domingo, 1 de julio de 2018

LOS PRIMEROS NOPALES EN CADES


En agosto del pasado año publicamos una entrada en este blog, explicando que habíamos plantado algunas pencas de chumbera, que habíamos pedido a un vecino de Pieño, que dispone de una muy grande en la fachada de su casa. Las teníamos en tiestos y esta primavera las pasamos a tierra.

Tenemos una media docena de ellas y ya hemos iniciado la recogida de pencas – lo que en México llaman nopales- para degustarlas. El nopal es un alimento rico en agua, fibra, calcio y potasio. La cantidad de fibra presente disminuye las concentraciones de colesterol, triglicéridos y glucosa en la sangre por lo que es muy recomendable para personas diabéticas y obesas. Las pencas del nopal, exentas de las espinas, son obligadas en las ensaladas y en numerosos platos como acompañamiento.

Una de las matas de Cades
Nosotros las cocemos con un poco de cebolla y un diente de ajo y cuando han empezado a hervir se apagan. Se dejan enfriar y cortadas en juliana son un excelente acompañamiento de las ensaladas. También se pueden poner a la brasa enteras y comerlas como si fuesen un filete.

Pencas limpias preparadas para cocer
Los mexicanos han entendido muy bien la generosa fuente de alimento del nopal, no sólo por su alta productividad sino también porque se encuentra disponible aún en las condiciones más difíciles, produciendo más de 600.000 toneladas de nopal verdura al año. Buena parte de la producción se exporta a EE. UU. En los mercados se encuentran auténticas torres elaboradas con las pencas, para su venta.

Lo antipático es saber manipularlas para evitar que te queden pinchos en las manos. Pero, como todo en esta vida, uno debe aprender a cogerlas y limpiarlas. También aprendimos a sacar las castañas de los erizos.

Otra planta de Cades
Para aquellos que las quieran probar, les recomendamos lo hagan en alguno de los numerosos restaurantes mexicanos que hay en nuestro país.


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