lunes, 23 de septiembre de 2013

ALGUNOS DATOS SOBRE LA MOLINERÍA EN CANTABRIA IV. El camino de las harinas.

El camino de las harinas fue una infraestructura viaria del tipo de camino real que unía Santander con Reinosa y Alar del Rey, en Palencia, que facilitaron la llegada de mercancías al puerto de Santander para su exportación a América, en especial el trigo y las harinas.
 
El primer tramo hasta Reinosa, atravesaba lo que sería la provincia de Santander de norte a sur, sirviendo como eje industrial para numerosas empresas, sobresaliendo la industria de las harinas, que lo utilizaban para transportar sus mercancías a Santander. Así la harina se convirtió en el producto en que se especializó la primera industrialización de Cantabria, especialmente en Campoo y en el valle del río Besaya, nacida gracias al grano castellano.   
 
Esta industria  se componía de modernas fábricas harineras, no de molinos maquileros, dotados de piedras francesas o cilindros centroeuropeos, con un sistema integrado  de molienda y cernido. Se trataba de un complejo fabril que incluía una completa instalación hidráulica, edificios de transformación, almacenaje, empaque, talleres de carpintería y forja, equipamiento para el transporte…
 
Un molino de cilindros funciona de la siguiente manera. Se inicia  la separación de impurezas mediante aspiración, cribado..etc., para luego pasarlo por un rociador  con la finalidad de alcanzar un cierto grado de humedad indispensable para una buen molturación. A continuación se procede a la molienda selectiva en molinos de rodillos que desgarran y trituran el grano.
 
La molienda propiamente dicha comprende tres operaciones diferentes: trituración, desagregación y compresión. En las dos primeras unos cilindros metálicos muelen por presión, gracias al efecto de unas estrías labradas en el metal, realizándose de cuatro a ocho trituraciones, cada una con un estriado diferente, hasta conseguir una harina fina y uniforme.
  

Molinos de cilindros y esquema de funcionamiento de uno de ellos.
 
Se conocían varias fabricas en Reinosa, en Fuentes, Fontibre, Salces, Cañeda, Nestares, Lantueno y Santiurde  y ya, en el área de Torrelavega, en Barreda, Campuzano y en la propia ciudad. Estas últimas de capital vasco.
 
Precisamente en una de ellas y a través del prestigioso profesor José Ortega Valcárcel, otrora consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, se decidió abrir un centro de visitantes en la antigua fábrica de harinas La Montañesa, ubicada en Pesquera. Este centro conserva debidamente restaurado la sala de molienda, la de cernido y las turbinas hidráulicas.
 

Fachada principal de Centro de visitantes

 
Desde aquí queremos invitar a nuestros lectores a  visitar este centro para conocer como era una moderna fábrica de harinas y para entender lo que supuso en términos económicos, para Cantabria, el denominado  camino de las harinas.
 

P.D.: El esquema de funcionamiento del molino está tomado de un trabajo de Mª Yolanda López Gálvez, publicado en el boletín MOLINUM nº 38, de febrero de 2013.



domingo, 15 de septiembre de 2013

UN PAN PORTUGUÉS MUY ESPECIAL: "LA BROA DE AVINTES"

Avintes, es una freguesÍa portuguesa perteneciente al concejo de Vila Nova de Gaia. Se sitúa en el lado sur del río Duero –El Douro portugués– a unos ocho kilómetros de Oporto. Este pueblo es conocido por elaborarse un pan muy especial llamado  Broa de Avintes.

En un reciente viaje a Portugal coincidimos y asistimos a la fiesta anual para homenajear a este pan. Los portugueses hacen gala y lo saben hacer muy bien todo lo que tiene que ver con sus costumbres y tradiciones, hasta tal punto que en el otoño hay más de una docena de localidades del norte de Portugal , que celebran la fiesta de la deshojá del maíz  o lo  que es lo mismo la desfolhada portuguesa.  Más adelante haremos una entrada dedicada a estas fiestas tradicionales.
 
Cartel anunciador de la fiesta de este año


La  Broa de Avintes se trata de un pan de color castaño oscuro de textura muy densa, sin miga, y con un sabor distinto e intenso, agridulce, elaborado con harina de maíz y centeno. El sabor agrio lo produce el centeno, mientras la parte dulce la aporta la harina de maíz. Tiene un proceso muy lento en su elaboración. La cocción, que se efectúa en hornos de leña, puede   durar unas cinco horas. La presentación es muy original en forma de torre –se parece a una  magdalena gigante– y se le espolvorea harina  por su superficie. Dada la densidad de este pan se corta formando prismas.


Puesto de pan en la feria

Broa en castellano significa borona y esta  última significa  pan de maíz. El nombre no deja lugar a dudas en cuanto a la presencia de la harina de  maíz, aunque es la de centeno y una pequeña cantidad de harina de malta, la que le da el color a este pan. Las proporciones son al 48% entre las harinas de maíz y la de centeno, ya que la de malta apenas representa el 4%. También se le echa muy poca levadura; unos 100 gramos por cada 5 kilogramos de harina amasada.
 
No nos queda más que felicitar a las gentes de este pueblo por las simpáticas fiestas que son capaces de celebrar. 


miércoles, 4 de septiembre de 2013

ALGUNOS DATOS SOBRE LA MOLINERÍA EN CANTABRIA III. Los molinos de marea.

La principal característica del molino de marea consiste en almacenar el agua  durante la pleamar  en un embalse natural cerrado con presas, para en la bajamar y aprovechando las diferencia de nivel encauzar las corrientes de agua de forma que activen los mecanismos del molino.
 
La entrada de la marea se realiza a través de amplias compuertas que se abren hasta la pleamar  pero que, de forma automática, impiden su salida en la bajamar, dirigiendo entonces la corriente de agua hacia los mecanismos, que iniciarán el movimiento de los rodeznos y en consecuencia la molienda.
 
La marea es un cambio periódico del nivel del mar producido por las fuerzas gravitacionales que ejercen la luna y el sol sobre la tierra. El tiempo aproximado entre una pleamar- máxima altura que alcanza el agua de mar en un punto determinado - y una bajamar – mínima altura que alcanza el agua del mar en el mismo punto-  es de unas seis horas. En consecuencia se producen dos pleamares y dos bajamares cada 24 horas. Además estos periodos evolucionan en cada jornada retrasándose unos treinta minutos entre dos pleamares y las dos bajamares.
 
Entendiendo el funcionamiento de un molino de marea, se aprecia inmediatamente las diferencias de estos con los molinos de río. Estos últimos se construían aguas arriba de los ríos, mientras que los primeros lo hacían en las desembocaduras y en las marismas para aprovechar los flujos intermareales. Esto significaba que disponían de agua todo el año, pero  únicamente en los  periodos de reflujo o de descenso de las aguas marinas, que son unas doce horas al día dividido en dos periodos. Los molinos de río podían moler las 24 horas del día, pero sufrían, a diferencia de los de marea, la escasez de agua en los periodos de sequía. Sin embargo los ingenios mecánicos son los mismos, diseñados  a los volúmenes de agua disponibles.




Portada de la publicación Molinos de mar en Cantabria. La foto corresponde al molino de Santa Olaja, en Soano

En Cantabria por su especial orografía costera albergó un número muy importante de molinos de marea, sobre todo en la zona oriental donde las marismas eran más numerosas y más grandes.

MOLINOS DE MAREA EN EL LITORAL CANTÁBRICO (1)


Bahía de Santoña (1786)
- 1850: se contabilizan 14 cierres de molino:
1 en Argoños, 3 en el barrio de Ancillo, 2 en Adal, 3 en Escalante, 2 en Limpias, 3 en Colindres,… aunque no necesariamente coetáneos.
20
Bahía de Santander (1780 – 1781)
- 1730: al menos 16 molinos (Mercapide, Pérez Bustamante)
- 1753: 15 molinos, según el Catastro de  Ensenada (Mazo Solano).
17
 
Ría de Ajo
2
Marismas de Soano y Helgueras
6
San Vicente de la Barquera (Belmonte)
4
(1) Ceballos Cuerno, Carmen. 2007. Las ferrerías y molinos del Asón: un patrimonio abandonado. Actas de las VII Jornadas de Acanto sobre Patrimonio Cultural y  Natural de Cantabria.

Por último, a todos aquellos que tengan interés en profundizar en estos ingenios, les invitamos a que revisen los trabajos y las publicaciones de Mª Ángeles Gómez Carballo y Luis Azurmendi, precursores del estudio de estos ingenios tanto en Cantabria, como en el litoral atlántico.