viernes, 28 de octubre de 2016

CLAUSURA DEL CURSO SOBRE GUÍAS DE LA NATURALEZA Y DISEÑO DE ITINERARIOS INTERPRETATIVOS

Ayer tuvo lugar la clausura del curso sobre Guías de la Naturaleza y Diseño de Itinerarios Interpretativos, organizado por la Mancomunidad  del Nansa y celebrado en el aula de usos múltiples de Puente Nansa, que he tenido oportunidad de realizar.

Al curso de este año,  coordinado por Alix Sánchez y de 50 horas de duración, han asistido alumnos de fuera de la Mancomunidad; de Unquera, San Vicente, las Fraguas, Cabuérniga,  así como personal técnico de la Mancomunidad que aprovecharon  para realizarle. El nivel de asistencia fue muy elevado, superior al 95%.

Cartel anunciador del curso
Es sabido que las actividades que tienen que ver con la naturaleza, en una Comunidad Autónoma como la nuestra, de grandes valores paisajísticos, están teniendo cada vez más contenido económico y las necesidades de formar personal para abordarlas se hace muy necesario.

De ponentes han actuado guías de Naturea de Liébana y de Parque Natural de Oyambre que explicaron sus largas experiencias en la conducción de grupos, logística necesaria para ello, interpretación de itinerarios, ejecución de talleres para los más pequeños, normativa al respecto sobre estas actividades y escuelas de formación en Cantabria y España para estas actividades.

En una de las ponencias
Además otros ponentes nos han enseñado a visualizar e interpretar el medio natural: plantas, aves, geología, geomorfología, leer paisajes y su incardinamiento en el medio humano. Conceptos de geografía humana, patrimonio cultural y legislación al respecto.
 
En cuanto a la seguridad dispusimos de dos ponentes. El primero nos enseñó a actuar de urgencia a personas en caso de accidentes, con actuaciones practicas mediante muñecos, mientras que el segundo lo hizo sobre las técnicas básicas de seguridad en la montaña, con practicas desarrolladas en el campo de futbol de Puente Nansa para conocer los materiales y las técnicas para socorrer en caso de avalanchas de nieve, uso de las antas térmicas, construcción de  mecheros de emergencia, por ejemplo con una lata de sardinas en aceite y evacuación de heridos con diferentes grados de movilidad, incluidos la evacuación en camillas de construcción in situ, con las cuerdas de escalada, piolet...etc.

Practica de construcción y  de evacuación en camilla de emergencia
Por último se nos formó en planificación de recorridos, preparación y señalización de los mismos, así como programas informáticos y materiales para desarrollarlos. En este último aspecto existe una autentica revolución: algunos programas informáticos y los GPS, tanto los individuales como los incorporados a los móviles, han prácticamente enterrado útiles tan importantes en otra época como los  mapas  en papel y la brújula.

Asistentes al curso
En la clausura se nos entregó el diploma acreditativo que, para algunos, puede ser un instrumento que le ayude a encontrar empleo en estas actividades. 

jueves, 13 de octubre de 2016

EL MAÍZ SPINATO, EN CADES

En una entrada anterior había explicado la siembra de algunos granos de maíz, de la variedad spinato, de la zona de Gandino, en el norte de Italia, que me había regalado nuestro amigo Valerio. Han pasado 5 meses desde su siembra y hemos iniciado la recolección de las mazorcas.

Hemos recogido mazorcas sanas de entre 20 y 22 centímetros de largas y con un diámetro de entre 4 y 6 cm., con 14 y hasta 20 carreras, con unos 32 granos por carrera.  Estas dimensiones oscilan entre los 448 granos por mazorca a los 640.Pesados 100 granos arrojan 39 gramos. En consecuencia, el maíz de una mazorca media pesaría 212 gramos o,lo que es lo mismo, para obtener un kilo de maíz necesitamos el grano de 5 mazorcas. Este ratio es similar a los del maíz del país del valle del Nansa.

Los granos son anaranjados, más bien pequeños, de estructura vítrea aroma intenso y persistente y sabor dulce, tal como dicen las especificaciones técnicas de este maíz. Una de las características más peculiares del grano es su forma. Finaliza en punta, lo que en México se conoce como apiculado –puntiagudo-  y es lo que le da nombre en Italia; spinato.

Mazorcas de maíz spinato  cosechadas en Cades.

En México existen algunas variedades con esta forma del maíz como el de la raza conocida como Pepitilla, de color blanco, propio de la zona de Puebla, Morelos y de Guerrero, muy apreciado para la confección de tortillas de alta calidad.

         Granos apiculados del maíz mexicano de la raza pepitilla

Gandino es una localidad italiana de unos 6.000 habitantes, perteneciente a la provincia de Bergamo, en la región de Lombardía, al norte de Italia. Se sitúa a una altitud media de 570 metros, más de cien metros superior a la altitud de Tudanca, que era el límite de las plantaciones de maíz en el valle del Nansa.
 
Esta localidad y el valle que le circunda del mismo nombre es donde se cosecha este famoso maíz con el que se elabora el famoso plato: La polenta.

Desde el 2008 las instituciones públicas bergamascas decidieron revitalizar esta variedad de maíz, preservarla, revitalizarla y darla contenido económico a través de las investigaciones oportunas para elaborar un sinfín de productos con base en esa variedad de maíz. Además organizan con periodicidad anual jornadas didácticas, ferias y fiestas con notable éxito, donde ensalzan los valores de la gramínea.
               Jornadas de exaltación del maíz en Gandino

Así es como comercializan la semilla, harinas para panaderías, para polentas, diversos tipos de panes, raviolis, empanadas, pizzas y bizcochos, galletas elaborados con la harina del maíz spinato.

                Algunas elaboraciones con el maíz spinato 

Desde Cantabria, donde existe buenas variedades comestibles de maíz, conseguidas a través de más de 300 ciclos, vemos con envidia como las instituciones públicas italianas y la sociedad civil son capaces de movilizarse para revitalizar una semilla prácticamente  en desuso y darla contenido económico. 

lunes, 3 de octubre de 2016

JORNADAS EUROPEAS DE PATRIMONIO: VISITA A LAFUENTE

El pasado día 2 y dentro del marco de las Jornadas Europeas de Patrimonio, tuvo lugar la visita al núcleo de Lafuente de Lamasón. En la visita a este núcleo, a juicio de los expertos, se aprecia claramente  la existencia de rasgos muy arcaicos sobre la ordenación y la explotación del territorio, que reflejan formas de vida y cultura ancestrales, provenientes de la época altomedieval.

A la visita asistieron Luis Ángel Agüeros, alcalde de Lamason, Gregorio Miguel Alonso, alcalde de Vega de Liébana y José María Ballester, Director del Área de Desarrollo Rural de la Fundación Botín, que está interviniendo en la zona.


Conducidos por las guías de la Mancomunidad del Nansa, Alicia Gómez y por Alix Sánchez, iniciamos el recorrido en la surgencia manantial de agua, que da nombre al pueblo. Esta se ubica sobre el macizo kárstico de Arria, al igual que el núcleo, debidamente protegido por los fenómenos adversos que vienen por el norte.


El pueblo de Lafuente postrado sobre el macizo de Arria
La surgencia da lugar a la denominada Fuente de la Llosa y el barrio del mismo nombre que, durante su transcurso de unos 200 metros, hasta su desembocadura sobre el arroyo Bárcenas, alimentaba de agua a cuatro molinos, un abrevadero, un lavadero municipal y cruza dos puentes, el primero el de carretera comarcal que une Puente Nansa con La Hermida, mientras que, el segundo, es el medieval que salva  en antiguo camino que unía la costa con Liébana y Castilla a través de Cervera de Pisuerga.

Respecto a los molinos de este tramo se conservan dos en perfecto estado, mientras que del resto únicamente existen los restos. Estos eran de tipología de cubo. El agua a través del canal de derivación entra en una especie de cubo adosado al lateral, para precipitarse sobre el rodezno que moverá la piedra volandera. Esta tipología de molinos, de tecnología árabe, es propia de aquellos molinos que no disponen de mucha agua y la potencia necesaria para mover los mecanismos se obtiene elevando el canal de alimentación del cubo lo máximo posible.

Vista  parcial de la visita
A un costado del camino real se encuentra la iglesia dedicada a Santa Juliana, de estilo románico y fechada a finales del siglo XII. Siguiendo el camino se encuentra la casa de la Corralada, cerrada por una portalada blasonada en cuyos laterales se encuentran sendas esculturas, una de ellas fechada en 1628, bajo cuya efigie se lee: “cuantos pasan que no vuelven” al parecer  por encontrarse en el camino hacia el cementerio. Dentro de la portalada y a mano izquierda se encuentra una inusual casa construida en adobe con entramados de madera, en cuyos bajos se encuentra el potro de herrar y el cubil del cerdo.

Caminando por el antiguo camino real y dejando atrás los barrios de La Puente, La Aldea y la Roja, se llega a la plaza donde se ubicaba un hórreo, cuyos pegollos forman el cierre de una casa y dos casas góticas, dotadas las entradas de arcos apuntalados.


Casas góticas sobre la plaza 

El núcleo, en sus 800 metros de longitud, dispone de 11 barrios de poquitas casas cada uno pero que forman grupos homogéneos. El de la Bárcena dispone de 12 inmuebles en hilera la mayoría de ellas dotadas los elementos tradicionales de nuestra arquitectura: casas orientadas al sur, de dos pisos, con aleros prolongados, dotados de balcón o solana apoyados en muros cortafuegos, que enmarcan la fachada. La solana es el elemento más típico de esta construcción. El balcón corrido está dotado de un balaustre de madera torneada protegida de los vientos y de la lluvia por los muros laterales que vuelan a la par, para dar sostén al alero. La solana se generaliza a partir del siglo XVII precisamente para secar el maíz. En general las casas estaban dotadas de hornos donde cada vecino cocía su pan.

Mas delante de este barrio se encuentran tres nuevos molinos sobre el arroyo Garmasín; uno en ruinas y el resto en buenas condiciones.

Planta del pueblo. En naranja carretera comarcal, en amarillo el camino medieval que cruza el pueblo.
En la parte posterior de los barrios situados a la izquierda del camino se encuentran numerosas huertas de cultivo de subsistencia. Patatas, berzas, repollos y alubias, asociadas al maíz, eran los principales cultivos.

Además el pueblo dispone de mieses donde en épocas pasadas se  sembraban los cereales. Dado que se encuentran en terrenos pendientes estaban abancaladas mediante muros de mampostería para aumentar la producción de las siembras. Ejemplo de bancales los encontramos en la mies del Perujo en ladera de Arria y la de Floranes, al sur del núcleo.

Cierra este ciclo patrimonial campesino las zonas de invernales que, tal como su propio nombre indica, son en conjunto de edificación y prado, donde pasan el otoño-invierno el ganado. Existen una docena de zonas de invernales con más de centenar y medio de edificaciones, resaltando sobre todas ellas las zonas de Arria alta y baja con 72 construcciones de este tipo.

En definitiva, en la visita a Lafuente y sus alrededores se aprecian todavía las relaciones entre naturaleza y cultura donde el patrimonio natural y el construido o el cultivado, se encuentran en total armonía.