miércoles, 6 de junio de 2018

LA NEVADONA DE 1888, EN HERRERÍAS I


El año de 1888 será recordado en Cantabria y en Asturias como el año de la nevadona, posiblemente la más grande habida durante ese siglo y el siguiente.

La nevada se inició el día 14 de febrero, estuvo nevando prácticamente de forma continua hasta el día 20 cuando se inició una mejoría transitoria, aunque con fuertes heladas hasta el día 23. Ya el día 24 dio comienzo un nuevo período de nevadas, aún más intensas que en los días anteriores y que no cesaron hasta principios del mes de marzo, siendo seguidas de fuertes heladas. Hacia los días 8/9 de marzo hubo un cambio en el viento hacia el oeste-suroeste que generó un período corto pero intenso de deshielo y crecida de los ríos agravando esto el panorama ya de por sí dramático que presentaban los pueblos de Cantabria y Asturias.

Cuando parecía que todo había pasado, al inicio de la segunda quincena del mes dio comienzo una nueva nevada, muy intensa sobre todo en el interior y en las zonas de alta montaña, que no cesó hasta pasado el día 22. 

Los periódicos santanderinos de la época - El Atlántico y El Aviso-  dieron noticias sobre el temporal, recogiendo algunos espesores de nieve del valle del Nansa y alrededores.

                       

Aunque no disponemos de los espesores en Herrerías, es fácil pensar que, en función de la altitud de sus pueblos, los espesores alcanzasen los 60/70 cm. de nieve. Estos espesores causaron muchos daños a sus moradores ya que hubo algunos inmuebles arrumbados –sobre todo en los invernales de las alturas-, perdidas de ganado y, lo que es peor, interrupción del ciclo agrícola, de ese año.

Inmediatamente y a través de las juntas locales se contabilizaron los daños causados pueblo a pueblo, a fin de remitirles a las autoridades provinciales, en solicitudes de ayuda.  También se organizó una colecta a nivel provincial, para socorrer a los damnificados.

Daños cuantificados al margen

Circular del Gobernador Civil solicitando cuantificación de los daños. 
Los mayores daños en Herrerías los tuvieron los vecinos de Bielva, Rábago y Camijanes, valorados en 8.000, 3.380 y 2.770 pesetas de la época. Para valorar estas cantidades hay que conocer que una cabra y una oveja se valoraban en 5 pesetas, mientras que una yegua y una vaca lo eran en 100.

La valoración de los daños causados en el resto de los pueblos fue:
Casamaría: 2.340 pesetas
Cades: 1.549 pesetas
Cabanzón: 1.500 pesetas

Todas las valoraciones incluían una coletilla que decía que, ante la ausencia de hierba para el ganado, han tenido que alimentarle con el maíz que guardaban para su propia alimentación y que las labores se quedaran por hacer por falta de alimentos, que deben valorarse..

Hoja 1ª de relación de daños en Bielva

Hoja 2ª  de la relación de daños en Bielva


Continuará

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