miércoles, 8 de noviembre de 2017

LOS RESTOS DE UN GRAN PROYECTO GANADERO, EN MALIAÑO

En 1879, Alfredo Alday  creo una original empresa ganadera denominada Colonia Agrícola Pólders de Maliaño. En aquél entonces, las pleamares de la bahía  de Santander llegaban hasta la Maruca de Muriedas, donde se ubica actualmente el campo de fútbol, justamente detrás de la estación de clasificación de mercancías ferroviarias.

Para acondicionar la marisma, Alfredo viajó a Holanda para aprender como se ganaba terreno al mar, ya que los holandeses  eran auténticos expertos en estas materias. Precisamente el termino pólders, en holandés,  significa superficies terrestres ganadas al mar.

Una vez en Cantabria y teniendo claro lo que deseaba, contrató a una empresa francesa experta en construcción de diques y en obras de nivelación y saneamiento de terrenos, para cerrar y desecar los 2 km2. Se construyó un muro que sirvió de base de la actual carretera costera y de la antigua vía  férrea,  que unía Santander con Bilbao.


El muro de 1, 5 km de longitud  impedía la entrada de aguas marinas, mientras que las aguas pluviales salían al mar  a través de dos túneles de evacuación, dotados de compuertas que se regulaban por las diferencias de nivel  que proporcionaban las mareas.


Instalaciones de la granja Alday. El camino de tierra del primer plano es la actual trazado de la S- 10 
No fue fácil poner las antiguas marismas en producción, pero  una vez conseguido se dedicó a importar ganado de diferentes razas europeas, decantándose por las frisonas –las pintas holandesas que tanto han adornado en campo cántabro en las ultimas décadas- cuyo primer desembarque se produjo en 1899.

De esta raza de vacas de aptitud láctea, se obtenían unas producciones lecheras desconocidas hasta entonces, lo que animó a los tratantes pasiegos a propiciar importaciones masivas de vacas hasta llevar,  a la practica extinción, de su vaca autóctona. Estas vacas que se desembarcaban en el puerto de Santander se conocían como vacas del barco.Estas circunstancias conllevaron a que Cantabria, durante algunas décadas,  se convirtiera en la región exportadora de vacas lecheras al resto de España.

El proyecto ganadero se truncó por una contaminación de sus pastos propiciada por los vertidos de la empresa de fertlizantes S.A. Cros, con la que compartía linderos.  Las altas concentraciones de flúor del proceso de fabricación de abonos fosfatados, favorecidas por la lluvia y los climas húmedos,  producía en los animales bovinos adelgazamiento, pérdida de apetito, dificultades en la masticación, cojeras, rigidez, roturas de huesos, etcétera. Era la enfermedad conocida como fluorosis.

Hoy la finca está parcialmente ocupada por diferentes viales y por el Centro Comercial Valle Real.

De esa arquitectura ganadera, desconocida hasta esas fechas en nuestra región, todavía quedan algunos vestigios, como son los dos silos torre de la finca y unos de los inmuebles adosados. Se encuentran precisamente en la calle Alday de Maliaño,  a la altura de la curva de final de la recta de Parayas, en segunda fila de inmuebles. 

Restos de las instalaciones de la finca Alday , en la calle de su nombre en Maliaño
Estos edificios, sin duda,  forman parte de memoria ganadera de Cantabria.  

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