INTRODUCCIÓN
Electra Iseña, heredera de la que
en su día fue la Cooperativa Electra Ramales SA, fue una compañía que
suministró energía eléctrica a mediados del siglo pasado a Ramales, y a los
núcleos de Guadamino, Riancho, y Pondra, estos últimos próximos a Gibaja.
Nos centraremos en la primera, cuando la central eléctrica está a punto de salvarse de una ruina avanzada, que explicaremos más adelante.
Vista actual de la central de Iseña |
COOPERATIVA ELECTRA RAMALES,SA
Los inicios de
la Cooperativa se sitúan en 1912 cuando una serie de vecinos de Ramales se
constituyen en cooperativa para el suministro de fluido eléctrico para el
alumbrado de sus casas y el alumbrado público del pueblo, para lo cual
solicitan una licencia para reparar los elementos del molino deteriorados del
núcleo de la Herrería y para construir un edificio adosado para central
eléctrica (1). La licencia también recogía el despliegue de la red hasta la
caseta de transformación ubicada a la entrada al pueblo, incluidos los postes,
las palomillas y los aisladores. El presidente de la Cooperativa era Juan José
Moral García.
La energía
para mover rodetes y turbinas era del rio Iseña, que aflora un par de
kilómetros aguas arriba en la denominada Fuente Iseña, que es el principal
punto de drenaje de la Sierra del Hornijo.
Con el paso
del tiempo y ante el aumento de la demanda, que ya no podía cubrir la central
de Iseña, deciden alquilar el molino con su salto de Entrepuentes y construir
una segunda central en un nuevo edificio adosado al molino. En este caso la
energía para mover los mecanismos la proveía el rio Asón.
Las instalaciones, aunque precarias, eran ingeniosas. Por el día ejercían de empresas molturadores, mientras que, por la noche, se convertían en generadoras de energía eléctrica. Lo único que tenían que hacer era desviar el agua hacia un lado o hacia el otro abriendo o cerrando compuertas.
Vista en rojo de las centrales de Iseña y Entrepuentes pertenecientes a la Cooperativa (2) |
Ambas centrales tenían la misma
potencia 25 KVA y actuaban acopladas en paralelo enviando la energía a la
caseta de trasformación que contenía trasformadores secos de baja eficiencia
energética. A ello se unía la red de distribución sobre alambres galvanizados
de escasa sección, lo que propiciaba unas bajadas de tensión muy importantes.
Una inspección de los ingenieros de
la Delegación de Industria de Santander, llevada a cabo en 1949, manifiesta que:
ambas centrales puestas en funcionamiento con la carga que suponía el alumbrado
a base fija que estuviese conectado en aquel momento y los motores eléctricos
de los abonados de fuerza motriz, se constata que a caseta llegan 31,6 KW y el
voltímetro de la red de alumbrado en las líneas de baja, marca 70 voltios en
lugar de los 125… Y finalizaba: de esta manera se comprende la excesiva
que es la carga conectada para la potencia producida por dichas centrales y por
consiguiente lo muy defectuoso que resulta el alumbrado que suministra esta
empresa a sus abonados.
Finalmente les recomendaban el
traspaso de todas las instalaciones a la Cía. Anónima Electra Vasco Montañesa, -CAEVM-
que tenía varias centrales en la zona, sobre todo la de Rasines de 420 KVA de
potencia.
ELECTRA ISEÑA SC
Las instalaciones no las traspasaron a la CAEVM, lo hicieron el año siguiente, 1950, a una nueva sociedad denominada Electra Iseña SC, dirigida por Luis Revuelta Fuertes.
Tampón de la compañía eléctrica |
Dado el estado de ruina de las
instalaciones de la Cooperativa deciden invertir en la reconstrucción total del
calce y el embalse de la central de Iseña, renovación del aparataje de la
central, sustitución de los trasformadores secos por otros de más potencia y en
baño de aceite, sustitución del cableado de hierro de las líneas de baja
tensión, por hilos de cobre de 50, 35 y 16 m/m de diámetro. Cambio de
aisladores y la construcción de una línea de 5KV entre Ramales y Gibaja para
enlazar con la red de la CAEVM para poder ajustar cualquier contingencia por la
ampliación de demanda de fluido eléctrico. Ambas empresas tenían un contrato de
colaboración de suministro de energía, en el caso que fuese necesario.
La inversión fue de 1.300.000
pesetas de 1950, mediante la cual pretendía ajustar las tarifas que en aquel
momento era de 0,35 pts./kilovatio de alumbrado. Las tarifas eléctricas que
tenía que aprobar la Delegación de Industria eran el caballo de batalla de
estas pequeñas empresas (3).
Estas tarifas se fijaban en función
de los costes de explotación y de la amortización del capital invertido. Aunque
se trataban de uniformar por zonas, no siempre se conseguía. Además, en la zona
operaban hasta cinco empresas generadoras de energía eléctrica.
TARIFAS
APLICADAS EN LA ZONA. Año 1951
EMPRESA |
MODELO DE TARIFA |
TARIFA (pts.) |
Cía. VASCO MONTAÑESA SA |
Kilovatio luz por contador |
1.10 |
Lámpara fija de 25 W. |
4,55 |
|
Kilovatio fuerza |
0,45 |
|
ELECTRA ASÓN (*) |
Kilovatio luz por contador |
1,10 |
Lámpara fija de 15 W. |
5,40 |
|
ELECTRA CABO MAR (*) |
Kilovatio luz por contador |
1,10 |
Lámpara fija de 15 W. |
5,50 |
|
ELECTRA SOBANA (*) |
Kilovatio luz por contador |
1,10 |
Lámpara fija de 25 W. |
5,50 |
(*)
Estas compañías únicamente ofrecía servicio por la noche.
Nuestra empresa que hasta esas
fechas tenía aprobada una tarifa de 0,35 pts/kilovatio de alumbrado, solicitaba
actualizar sus tarifas de la siguiente manera:
ELECTRA ISEÑA, SC |
MODELO DE TARIFA |
TARIFA(Pts.) |
Kilovatio de luz por contador |
1,10 |
|
Kilovatio de fuerza por
contador |
0,50 |
|
Lámpara fija de 25 W. |
5,50 |
|
Lámpara fija de 15 W. |
3,80 |
Estas tarifas sirvieron para normalizar la precariedad anterior, pero no la futura. El lógico incremento de la demanda eléctrica no era resuelto satisfactoriamente, hasta tal punto que existe amplia correspondencia de desavenencias y denuncias entre el ayuntamiento de Ramales y con alguna empresa como la Industrial Lechera del Asón y la electra. Esta situación se alargó hasta bien entrada la década de 1960.
Carta de ILA reclamando un mejor servicio |
Actualmente la central de Iseña
está en un estado de ruina y su vandalización se ha iniciado. La central guarda
todos los equipos -alternadores, dinamo, cuadro de mandos, turbinas… y demás pertrechos.
Sabemos que las turbinas eran del tipo Francis y fabricadas por Corcho Hijos en
Santander.
Situación actual del cuadro de mandos de la central |
En el primer cuarto del siglo XX,
los Talleres de Corcho adquirieron especial prestigio por la fabricación de la
turbina Mirapeix, modificación de la Francis a la que superaba en rendimiento y
era capaz de funcionar con desniveles de tan solo l,20 m. Sus teorías sobre la
variación de los alabes se estudiaban en libros de texto españoles y alemanes
de la época y Corcho instaló estas turbinas por toda la geografía española (4).
Las turbinas Mirapeix fabricadas en
los talleres de San Martín se instalaron en centrales eléctricas de toda España
-hay más de trescientas catalogadas-, y aún hoy en día, pese al tiempo
transcurrido, existen algunas operativas. En la sección de hidráulica de la Escuela
Técnica Superior de Ingeniería (ICAI) de Madrid, siguen funcionando en la
actualidad para la enseñanza dos turbinas suyas en perfecto estado.
Recientes gestiones realizadas por la asociación Red de Patrimonio Industrial de Cantabria https://redpatrimonioindustrialcantabria.org/, especialmente de su presidente, se está a punto de cerrar un acuerdo de adquisición de la misma por parte del Ayuntamiento de Ramales de la Victoria para su preservación. Esta central suministró energía eléctrica para el alumbrado público de Ramales, durante varias décadas del pasado siglo.
NOTAS
(1) García Gómez, Pedro.2015. Molinos y otros ingenios sobre el
Asón. Revista Altamira del Centro de Estudios Montañeses. Pp 261-314.
Santander.
(2) https://mapas.cantabria.es/
(3) Archivo Histórico Provincial de
Santander. Fondo de Industria. Sección de bajas. Caja 148. Expediente 2.836.