Forjas de Cantabria S.L. tuvo su
origen en el taller de estampación, segregado y privatizado prematuramente, de
la Sociedad Española de Construcción Naval –SEdeCN- de sus instalaciones
en Reinosa, en 1968. Para ello se aprovechó la coyuntura del proceso de
integración de la factoría reinosana en Astilleros Españoles S.A. para vender la actividad
del taller a la Farga Casanova, S.A.
Letrero anunciador de la empresa |
Prematuramente porque las grandes
privatizaciones industriales llevadas a cabo en nuestro país por gobiernos
conservadores, tuvieron lugar décadas más tarde, entre 1996 y 2004.Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Sociedad_Estatal_de_Participaciones_Industriales
, hasta tal punto que la SEPI, sustituta del INI, se quedó en cuadro.
La Farga Casanova, S.A. –FCSA-,
fundada en 1924, era una importante empresa de forja que disponía de cuatro
factorías; tres de ellas en Campdevànol y la cuarta en Ripoll. Sus fabricados
estaban muy ligados a la potente industria automovilística catalana de
principios de siglo XX.
Logotipo de la antigua Farga Casanova |
Tuve oportunidad de visitar la
factoría de Reinosa a principios de los años 80 y su parque de maquinaria me
dio una inpresion de obsolescencia. De un lado, apenas se había invertido en los
últimos años en su renovación y, del otro, pareciera que lo que realmente
interesaba a FCSA era la compra de un mercado y no de un establecimiento
industrial.
En 1986 se constituye la Sociedad Limitada
Forjas de Cantabria –FCSL-que al año siguiente se integraría en la nueva
sociedad.
En 1987 FCSA presentó
expediente de suspensión de pagos con una deuda superior a los 7.000 millones
de pesetas, como paso previo a una probable liquidación que dejará los activos
en manos de nuevas sociedades. De ahí nació Comercial de la Forja, S.A. -Comforsa-,
que se hizo cargo de los mismos, con ayudas de los gobiernos de la Generalitat
de Cataluña y del Gobierno de Cantabria, esta última a través de Sodercán.
La factoría de Reinosa disponía de
cuatro naves adosadas entre ellas y, en su parte frontal, un edificio de
oficinas, laboratorios, vestuarios... En total 6.000 m2 de superficie cubierta,
en régimen de alquiler.
Vista frontal y lateral de FCSL |
Su actividad principal era la fabricación
de cigüeñales, ejes delanteros y árboles de levas destinados al sector
automoción y la fabricación de matrices para estos mismos materiales.
Su parque de maquinaria último
constaba de:
-
3 martillos de contragolpe de diferentes
capacidades.
-
3 prensas neumáticas de diferentes potencias
-
Hornos de recalentamiento
-
Hornos de tratamiento térmico
-
Una Copiadora
-
Una fresadora universal
-
Un torno
-
Comprensores de diferentes capacidades para las
prensas
- Varios puentes grúa, polipastos y carretillas para
mover materiales.
El procedimiento era relativamente
sencillo. Partiendo de una barra, lingote o palanquilla, se calentaba a la
temperatura de trabajo en los hornos de recalentamiento para, posteriormente, a
través de martilleo o prensado ir deformando el material hasta conseguir la
pieza deseada. Para ello se disponía de una matriz formada por dos estampas. La
inferior fija y la superior que recibía la presión de los golpes o de la prensa,
hasta conformar la pieza desea.
Las piezas fabricadas por este
sistema producían un exceso de material -rebabas- que había que eliminar y
posteriormente someterlas a un proceso de mecanizado. Los hornos de tratamiento
térmico servían para dar a los aceros de las piezas las características
deseadas.Mediante procesos térmicos se
consigue estabilizar el producto, endurecerlo o, por el contrario, proceder a
su revenido para rebajar su dureza.
Cigüeñal de Comforsa_Reinosa,dispuesto para mecanizar |
En 2016, Comforsa, participada en ese
momento en un 98% por Avançsa, el holding industrial de la Generalitat, y en un
2% por la empresa pública cántabra Sodercán, llegó a un acuerdo con esta última
para vender la empresa reinosana por un euro. De esta forma, la propiedad
pasaría a la plantilla que en ese momento la formaban 22 trabajadores.
Esta aventura tenía sus riesgos. Comforsa debería garantizar asistencia comercial, un nivel
determinado de cartera de pedidos y asistencia técnica, sabiendo que
Comforsa seguía y sigue siendo una empresa pública.
El posterior descubrimiento de una
deuda antigua con la Seguridad Social atribuida a Comforsa, entorpeció considerablemente
la marcha de FCSL, hasta tal punto que tras una sentencia decidió llevar a
cabo el expediente de extinción de los contratos de toda la plantilla. Esto ocurría
en 2021 y afectaba a los 24 trabajadores. Se sabe que posteriormente la maquinaria
fue subastada. Era el fin de la aventura después de 56 años.
Visto con la perspectiva del tiempo pasado, el viejo taller reinosano núnca tuvo una situación plácida en lo económico y en lo industrial. Fue un error segregarle del resto del complejo industrial donde, tanto en su faceta pública como en la privada, podría haber estado más protegido.
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