La Tejería de
Trascueto se ubicaba en un lugar del mismo nombre en Revilla de Camargo, en la
proximidad de la ría del Carmen, ya próxima a Boó de Guarnizo. Inició su actividad en 1901, como Sociedad
Gómez del Valle, tomando el nombre de Trascueto en 1909, cuando se transforma en
S.A.
Vista aérea de la tejería. Año 1977. |
La arcilla la
obtenían a cielo abierto en el lugar disponiendo de una extensa cantera en una finca de 67 hectáreas. La superficie cubierta de sus instalaciones era de
4.425 m2.
Sus principales
fabricados eran ladrillos, tejas, tubos para humos, cresterías de tejados y baldosas.
En sus 83 años de existencia -cerró en 1984- paso por diversas coyunturas.
Llegó a tener una plantilla en la década de 1920 de unos ciento ochenta
trabajadores, aunque su plantilla media a lo largo del tiempo puede
establecerse en el centenar de operarios.
Ya en 1911, en el Boletín
Oficial de la Propiedad Industrial patentó una teja plana con diversas surcos y
relieves, muy original, para permitirse engancharse unas a otras.
Modelo de teja plana patentada . Año de 1911 |
Más tarde, el 11 de
marzo de 1924, registra la marca Trascueto para abrir un almacén de productos
de construcción, incluimos sus fabricados en la calle Wad-Ras N º 50 de
Santander, actual calle Daoiz y Velarde.
Aquí no finaliza su
relación con la Oficina Española de Marcas y Patentes. Así en 1950 registra dos
nuevos prototipos de ladrillos huecos y en 1961 lo hace con un tercer modelo.
Modelos de ladrillos huecos patentados. Año 1950 |
Finalmente, en 1964, registra ni mas ni menos que 10 modelos de ladrillos huecos, publicado en cuatro hojas del boletín nº 1844.
Dibujos de los 10 modelos de ladrillos huecos patentados. Año 1964 |
En 1942, la planta
de cocción disponía de un horno tipo Hoffmann de 50 metros de largo por 17
de ancho, de 14 cámaras, con capacidad para 20.000 piezas por cámara, dotado de
una chimenea de 45 metros con pararrayos.
La chimenea era un elemento fundamental del horno.
Cumplía dos funciones, ya que, por un lado, permitía la expulsión de los humos
generados y, por otro, producía por succión la corriente de aire necesaria para
la combustión. El carbón de coque era el combustible más utilizado. Se vertía
mediante unas boquillas verticales que atravesaban la bóveda de la galería,
cayendo por entre los ladrillos depositados.
Esquema de un horno hoffmann: A.- Sección transversal derecha B.-
Sección transversal izquierda C.- Entrada de aire D.- Aberturas todavía
cerradas E.- Ladrillos terminados F.- Fuego G.- Precalentamiento H.- Escape de
gases de combustión a través de trinchera I.- El empujador de papel se quema
J.- Piezas en bruto K.- Empujador de papel L.- Apertura recién tapiada M.-
Ladrillos sin cocer N.- Campana de humo abierta O.- Chimenea P.- Entradas de
carbón abiertas Q.- Entradas de carbón cerradas R.- Acopio de ladrillos en
bruto S.- Extracción del producto terminado
La planta de
arcillas disponía varios martillos perforadores, comprensores y tres palas neumáticas
de diferentes modelos y un molino de rulos.
La planta de
fabricación contaba de una trasmisión general alimentada por dos motores
Robey de 25 HP cada uno. Un alimentador marca Rieter con cilindros laminadores,
galletera y cortadora automática de galletas de la misma marca.
Transportador de
galletas y de rebabas, estiradoras, tres prensas; una de marca Rieter y las dos
restantes marca Boulet y una máquina para fabricar tubos con todos sus accesorios.
En cuanto a la planta
de secado, disponía de un secadero artificial, sistema Buhrer,
compuesto por 30 cámaras para ladrillos y tejas; un calentador de aire marca
Saga con sus tuberías y sistema de ventilación y un segundo secadero natural
dotado con ocho cámaras, cuatro cargaderos automáticos para tejas, ladrillos,
tubos y baldosas y descargador hidráulico.
Propaganda de la tejería. |
En cuanto al material móvil, disponía un tractor Diesel, 25 vagonetas-volquetes, 10 transbordadoras, 25 vagones de varias clases, 10 carros de dos ruedas y 49 carretillos. Estamos, pues, ante una tejería cualificada y dotada de un buen parque de maquinaria.
En 1968, solicita
permiso para cambiar el sistema de cocción mediante la instalación de un horno túnel,
marca Plastes, de 83,70 metros de largo por 5,5 metros de nacho y 3,66 de alto,
con una temperatura de cocción de 1.100 ºC.
Los consumos
previstos con esta inversión eran muy elevados en energía eléctrica y en carburantes.
Estos eran:
-
Energía: 616.000 Kw./h/año
-
Fuel - oíl: 4.320 Tn./año
-
Gas-oíl: 25.638 L./año
Las producciones
previstas eran de 30 millones de ladrillos, de diferentes tipos, al año y pasar
de dos a tres millones de tejas.
Membrete de las cartas de la tejería |
Desconocemos las
razones que llevaron al cierre de la tejera. Posiblemente se mezclasen razones
diversas; desde dificultades mercantiles en la necesidad de modernizar
continuamente sus instalaciones, en la competencia con otras empresas similares
como La Covadonga que continuó con su actividad laboral o, en el interés por vender
sus terrenos e instalaciones al Ayuntamiento de Camargo, ya que su excelente
ubicación se consideraba como idónea para la construcción de un nuevo Polígono
Industrial, del mismo nombre y de titularidad municipal, el cual se sufragó
gracias a los Fondos Europeos de Desarrollo Regional.
BIBLIOGRAFÍA.
- Boletín Oficial de la Propiedad Industrial nºs 604, 902, 1527, 1785 y 1844, correspondientes a los años 1911, 1924, 1950, 1961 y 1964. En https://spain.iprgazettes.org/
- https://es.wikipedia.org/wiki/Horno_hoffmann
- Expósito Camargo, José Antonio. 2014. Industrias históricas asociadas a la ría del Carmen y Boó. La fábrica de tejas y ladrillos. Tejería Trascueto. Revista Altamira. Tomo LXXXV. Santander.
- Archivo Histórico Provincial de Santander.
Fondo de Industria. Historiales. Caja 229. Expediente 406.
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