domingo, 17 de noviembre de 2024

CURTIDOS CABEZÓN. CABEZÓN DE LA SAL.

 

Desde 1941 funcionó una fábrica de curtidos autorizada inicialmente a Serapio González Pis para curtir exclusivamente cueros de cabra y oveja, que estaba situada en el extremo norte del Parque de la Losa y junto rio Rey y perpendicular a la carretera Nacional N-634 que va desde Santander a Oviedo, en su margen izquierda. A unos veinte metros de su parte trasera se encontraba en matadero municipal de Cabezón de la Sal.

Abarcaba todo el proceso de curtición desde la maceración hasta en acabado o remate, pasando por el de depilación, limpieza, curtición y secado.

Sello de caucho de la curtidora

La nave de 25x10 metros construida en su parte baja con mampostería recibida, disponía de dos grandes portones en dirección oeste-este y grandes ventanales. Puertas de dimensiones más pequeñas se situaban en la caras sur-norte. Precisamente en esta última orientación se añadió un volumen de unos 50 m2 que serían las oficinas y almacenes de la curtidora. La nave todavía en pie se ha utilizado como discoteca, encontrándose actualmente cerrada y en venta.

Imagenes de la curtidora

La curtidora disponía de los siguientes elementos de fabricación:

- Un bombo cilíndrico de madera de 1,90 m. de diámetro movido por un motor de 5,5 HP.

- Un molino cilíndrico de cuchillas de 25 cm. de diámetro para moler materias curtientes.

- Dos molinetas de 0,75 m de diámetro, de eje horizontal y de 1,80 m. de largo, movidas con un motor de 1,5HP.

- Cuatro banco o tejas de madera para descarnar los cueros a mano.

- Once depósitos rectangulares de cemento de 1,50 m. de profundidad, empotrados en el suelo, lo que equivalía a un volumen total de 38 m3. Cuatro de ellos para curtir, dos para remojar, dos para encalar, uno para lavar y dos para reserva de agua.

En 1944 fue tomada en arriendo por Francisco San Celedonio Fernández que, ese mismo año, se dirigió al Director General de Industrias en Madrid,solicitando poder trabajar los cueros de vacuno ante la escasez en la provincia de los de cabra y oveja inicialmente autorizados. Con una inversión de 125.000 pesetas había modernizado la fábrica incorporando:

- Una máquina de ablandar cueros, marca Elastich, de la casa catalana de Isidro Jufresa.

- Una máquina de abrillantar, marca Puliment, de la misma casa.

- Una máquina de rebajar cueros de la casa Bacas de Badalona.

La capacidad curtidora anual se establecía en 3.000 pieles de lanar y cabrío y 35.000 kg. de pieles de ganado vacuno.

Banco de teja para depilar manualmente.

Como materias primas para esas producciones se establecían en las siguientes cantidades.

-   Corteza de encina o roble               20 TN

-   Sal común                               10 TN

-   Cal viva                                10 TN

-   Mimosa y extracto soluble               45 TN

-   Grasa                                    2 TN  

La plantilla la componían siete trabajadores. Estamos pues ante una pequeña fábrica de curtición de carácter local. No sabemos cuándo se produce el cierre de la misma, siendo la década de los 60 cuando suelen desaparecer este tipo de pequeñas empresas ante la competencia de las grandes curtidoras.

Para finalizar debo agradecer la información facilitada por el vecino de Cabezón, Serafín Portugal, que me enseñó el inmueble de la curtidora. Serafín, que ya ha traspasado los 80 años, es un experto local, buen conocedor de la historia de Cabezón de la Sal. También me ha ayudado a conocer otras industrias locales como la fábrica de abarcas del barrio La Estación donde trabajó su padre, o la fábrica de alpargatas de Pérez Coterón en la misma localidad, que ya se han publicado.

BIBLIOGRAFÍA.

- https://biblioteca.org.ar/libros/cueros/descarnado.htm4

- Archivo Histórico Provincial de Santander. Fondo de Industria. Sección de bajas. Carpeta 123. Expediente 224. 


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