martes, 13 de febrero de 2024

CUANDO EL CUERO MOVÍA EL MUNDO

 

El cuero ha tenido y sigue teniendo multitud de aplicaciones que todos conocemos. Sin embargo, existe una utilidad ya desaparecida que responde al título de esta entrada; las correas de transmisión.

Durante la primera revolución industrial en nuestro país finalizada en la primera mitad del siglo pasado –España acumulaba un retraso aproximado de unos 40 años respecto a los orígenes habidos en Gran Bretaña– las maquinas se movían mediante transmisiones con poleas de madera o metálicas y correas de cuero.

Vista de una transmision movida con correas de cuero.Fabrica de boinas La Encartada.Balmaseda  

Un sistema de transmisión por correa es un conjunto de dos poleas acopladas por medio de una correa con el fin de transmitir fuerzas y velocidades angulares entre árboles paralelos que se encuentran a una cierta distancia. La fuerza se transmite por efecto del rozamiento que ejerce la correa sobre la polea.

En consecuencia, debemos a este material la importancia de haber trasmitido la potencia de los motores a todo tipo de maquinas que fabricaban en serie los productos que necesitábamos. El título responde al logotipo de una tenería y fábrica de correas de transmisión que operó en la calle Calzadas Altas de Santander. Se llamaba Tenería Aguerre.

Carátula de la tenería y fabrica de correas Aguerre.Santander

La autorización para la instalación de la fábrica de correas de transmisión data de 1939, publicada en el Boletín de la Provincia del 9 de agosto de ese año. La curtidora ya estaba funcionando.

La sección la conformaban:

- Una máquina de troquelar cueros.

- Dos máquinas de rebajar y empalmar cuero.

- Dos prensas hidráulicas para pegar correas.

- Un bombo de curtir.

- Un bombo de engrasar y lavar.

- Una máquina de madera para hacer cordón de cuero.

- Una máquina de estirar, rectificar, enrollar y medir correas.

Todo ello alimentado con un motor de 10 HP, marca AEG. Es decir, un único motor era capaz de mover hasta diez maquinas a través de las poleas y las correas de cuero que transmitían la fuerza del motor. Las maquinas se movían a revoluciones diferentes y eso se conseguía con el oportuno cálculo de las poleas receptoras.

Según el documento que reproducimos a continuación tenía asignado un cupo anual de entre 2.500 a 3.000 centros o correas.

Documento donde solicita una certificación como fabricante de correas de transmisión
                         
Sabemos que Tenerías Aguerre fue un suministrador de correas de transmisión a la Naval y a Cenemesa en Reinosa, a Forjas de Buelna y a Nueva Montaña Quijano, a Corcho Hijos, a Real Compañía Asturiana, a Solvay y Cía. y a Hermanos Cossío – actual Textil Santanderina- de Cabezón de la Sal.

Vista parcial del taller mecánico de T. San Martín. Imagen capturada en  Historia grafica de astilleros de San Martín

Desconocemos hasta cuando estuvo abierta la empresa. Es muy posible que el cambio tecnológico referente a las correas de transmisión y su propia ubicación en pleno casco urbano, aunque fuese en un extremo de la ya poblada calle Alta, acabase por no facilitarle su continuidad muchos más años a partir de 1950.

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