El cuero ha tenido y
sigue teniendo multitud de aplicaciones que todos conocemos. Sin embargo,
existe una utilidad ya desaparecida que responde al título de esta entrada; las
correas de transmisión.
Durante la primera
revolución industrial en nuestro país finalizada en la primera mitad del siglo
pasado –España acumulaba un retraso aproximado de unos 40 años respecto a
los orígenes habidos en Gran Bretaña– las maquinas se movían mediante
transmisiones con poleas de madera o metálicas y correas de cuero.
Vista de una transmision movida con correas de cuero.Fabrica de boinas La Encartada.Balmaseda |
Un sistema de
transmisión por correa es un conjunto de dos poleas acopladas por medio de
una correa con el fin de transmitir fuerzas y velocidades angulares entre
árboles paralelos que se encuentran a una cierta distancia. La fuerza se
transmite por efecto del rozamiento que ejerce la correa sobre la polea.
En consecuencia,
debemos a este material la importancia de haber trasmitido la potencia de los
motores a todo tipo de maquinas que fabricaban en serie los productos que
necesitábamos. El título responde al logotipo de una tenería y fábrica de
correas de transmisión que operó en la calle Calzadas Altas de Santander. Se
llamaba Tenería Aguerre.
Carátula de la tenería y fabrica de correas Aguerre.Santander |
La autorización para
la instalación de la fábrica de correas de transmisión data de 1939, publicada
en el Boletín de la Provincia del 9 de agosto de ese año. La curtidora ya
estaba funcionando.
La sección la
conformaban:
- Una máquina de
troquelar cueros.
- Dos máquinas de
rebajar y empalmar cuero.
- Dos prensas
hidráulicas para pegar correas.
- Un bombo de curtir.
- Un bombo de
engrasar y lavar.
- Una máquina de
madera para hacer cordón de cuero.
- Una máquina de
estirar, rectificar, enrollar y medir correas.
Todo ello alimentado
con un motor de 10 HP, marca AEG. Es decir, un único motor era capaz de mover hasta diez maquinas a través de las poleas y las correas de cuero que transmitían la
fuerza del motor. Las maquinas se movían a revoluciones diferentes y eso se conseguía
con el oportuno cálculo de las poleas receptoras.
Según el documento que reproducimos a continuación tenía asignado un cupo anual de entre 2.500 a 3.000 centros o correas.
Documento donde solicita una certificación como fabricante de correas de transmisión |
Sabemos que Tenerías Aguerre fue un suministrador de correas de transmisión a la Naval y a Cenemesa en Reinosa, a Forjas de Buelna y a Nueva Montaña Quijano, a Corcho Hijos, a Real Compañía Asturiana, a Solvay y Cía. y a Hermanos Cossío – actual Textil Santanderina- de Cabezón de la Sal.
Vista parcial del taller mecánico de T. San Martín. Imagen capturada en Historia grafica de astilleros de San Martín |
Desconocemos hasta
cuando estuvo abierta la empresa. Es muy posible que el cambio tecnológico
referente a las correas de transmisión y su propia ubicación en pleno casco
urbano, aunque fuese en un extremo de la ya poblada calle Alta, acabase por no
facilitarle su continuidad muchos más años a partir de 1950.
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