miércoles, 25 de marzo de 2020

LOS FIELATOS DE HERRERÍAS


Fielato era el nombre popular que recibían en España esas casetas de cobro de los arbitrios y tasas municipales sobre el tráfico de alimentos que entraban en los municipios. Se cobraban arbitrios sobre el vino, los aguardientes, aceite, carne y pescado y constituía una actividad de suma importancia para los ayuntamientos, debido a los ingresos que generaba.


Su gestión la llevaba un arrendatario particular, que colocaba en los puestos a unos empleados, denominados consumeros. Los fielatos estaban abiertos a la salida del sol y cerrados a la puesta del mismo y dado que se tenían que pagar tarifas por cualquier mercancía que cambiase de municipio, eran odiados por la ciudadanía. Funcionaron hasta 1961.


En Herrerías también hubo fielatos. A finales del XIX el arrendatario de los fielatos era el vecino de Colosía del ayuntamiento del Valle Bajo de Peñamellera Francisco Cuevas García, obtenido el cargo mediante subasta pública.

Edicto municipal de nombramiento de fielatos y consumeros

Este, a su vez, nombró como responsable de los consumeros a Florentino Oyarbide para vigilar, corregir defraudaciones, practicar decomisos, practicar conciertos y recaudar impuestos en todo el término municipal   y como consumeros propiamente de los fielatos, a los siguientes:
 


Nº de orden
Fielato
Consumero
01
Central de Bielva
José Sordo
02
Collado de la Vara. Camijanes
Julián Ruíz
03
Rábago
Antonio Torre

El reglamento de consumo preveía:

todo cosechero tiene derecho, si antes no se conviene con el arrendatario, a pedir deposito domestico por la maíz, alubia, sidra y carnes que degüelle, siempre que por cada especie degüelle o recolecte 400 kilogramos o litros; la solicitud se hará en papel de dos pesetas como previene el artículo 111 del reglamento y en la solicitud expresarán con claridad el local que destina para deposito y el fielato donde han de presentar las especies para la cuenta administrativa que deberá ser en cualquier de los tres fielatos designados…

El municipio en sesión municipal del 10 de agosto de 1896, editó una circular que fijaba las rutas y los caminos por donde se debía andar para llegar a los fielatos


Circular municipal para la fijación de rutas y caminos hacia los fielatos
1º Fielato Central de Bielva para las especies que se introduzcan procedentes de Cabanzón, Valdáliga, San Vicente de la Barquera o Val de San Vicente. Su camino de ruta de Val de San Vicente, Collado de la Vara, Camijanes, Pieño, El Cristo. De Cabezón, Valdáliga, San Vicente de la Barquera será por el camino Río de la Espina; y para las personas que vengan por la ería de Bielva, el camino será del Cueto al Sendino y desde allí al fielato.
2º Fielato de Camijanes en el collado de la Vara para tomar razón de las especies procedentes de Val de San Vicente o cualesquiera otros puntos.
3º Fielato de Rábago para tomar razón de las especies procedentes de Rionansa, situadas las oficinas en el centro del pueblo, camino de ruta de Val de San Vicente, el mismo de la central hasta Ruceda y desde aquí el del Puente del Arrudo y de Rionansa el de la Palombera.
4º Para las introducciones a Cabanzón, Casamaría, Cades y Otero, el Collado de la Vara entrada de Camijanes, volviendo al puente del mismo nombre y el de la Central al Puente del Arrudo, respectivamente.

Por último, el alcalde de la época PrImitivo González, manifestaba:

De la sensatez y cordura de mis administrados, espero que dóciles como siempre a los mandatos de la autoridad, me eviten el disgusto de corregir faltas o defraudaciones..Sin comentarios

Los vecinos de Casamaría y, en menor medida, los de Cabanzón, tuvieron muchos problemas con los fielatos de Peñamellera Baja, que dejamos para una siguiente entrada. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario