Dedicada a Antonio Dosal
Sánchez
Juez de Paz de Herrerías
LOS
HECHOS:
El 30 de julio de
1939, un lego pasionista de nombre Domingo Miñón Melgosa, vecino de Santander, estaba
pidiendo limosna en el pueblo de Bielva. Al pedírsela a Álvaro Sierra Díaz de
19 años, que se encontraba en su casa, acompañado de Antonio de los Prados y de
Vicente del Corro Corral, de 11 y 12 años respectivamente, le contesta que: se
vaya a segar.
En esta situación, se
genera algún momento de tensión. Álvaro profiere una blasfemia y se sube
al balcón de su casa, momento que aprovecha el lego, despojándose de la sotana,
a retarle para que baje si tiene cojones, se supone para pelearse, circunstancia que aprovechan Antonio y Vicente para salir pitando a sus casas.
Ese mismo día,
Domingo presenta una denuncia en el ayuntamiento contra Álvaro, acusándole de blasfemar
y de proferir insultos y amenazas.
Denuncia del lego pasionista |
El 10 de agosto, el
alguacil Dobarganes, por orden del alcalde accidental Agapito de Serdio
Fernández, cita a los involucrados, al denunciado y a los testigos que, al ser algunos
de ellos menores de edad, los tienen que acompañar sus padres. El denunciante
no es citado.
Firma del acto de la convocatoria |
El 13 de agosto son
citados todos en la sede municipal, excepto Domingo el denunciante. Agapito
hace de juez procediendo a los interrogatorios.
Antonio de los Prados
declara:
que el lego
pasionario cuyo nombre no recuerda y al llegar al domicilio de Álvaro Sierra le
pidió limosna y entonces Álvaro le dijo que se fuese a segar y subió al
piso alto de la casa y allí lo oyó blasfemar una vez contra dios.
Vicente del Corro
declara:
que al pedir el lego
limosna a Álvaro éste le contestó que se fuese a segar y entonces el
lego le dijo que la venía a pedir limosna con humildad y mansedumbre y Álvaro
le replicó blasfemando una vez contra dios. Que oyó al lego, pero no a
Álvaro, decir que de hombre a hombre no iba nada y que si tenía …. que bajase y
entonces él, con su compañero Antonio, al ver que el lego se quitaba el manteo
huyó.
Álvaro Sierra
declara:
que al pedirle al
lego limosna, le dijo que no podía dársela a lo cual el lego insistió
repetidamente, negándose él porque no era esa su voluntad dársela ni tenia
consentimiento de sus padres y que, después de subir al balcón, el lego le
provocó diciéndole que si tenía cojones bajase, haciendo al mismo tiempo
la acción de quitarse el manteo,
contestándole que no quería pelear con un hombre que venía pidiendo y que, por
lo dicho, que no es cierto que el blasfemara.
Resolución de Agapito de Serdio Fernández, alcalde accidental:
El alcalde aprecia la
existencia de una falta por blasfemia dirigida a un religioso mendicante,
pero no considera que las palabras proferidas por el denunciado envuelvan una
provocación y una amenaza. Impone al acusado por la primera falta una multa de
dos pesetas apercibiéndole para que trate respetuosamente a quienes por su
condición de forasteros y religiosos y por el caritativo oficio que desempeñan
pidiendo para enfermos y desvalidos y otros fines morales y humanitarios,
tienen derecho a las mayores consideraciones sociales…..
Esta multa debe ser
pagada en un plazo de tres días …
El 16 de agosto en
papel del estado Álvaro Sierra abona la multa de dos pesetas.
Cumplimiento de la resolución:. multa de dos pesetas |
VALORACIÓN
DE LO OCURRIDO
En todo este proceso
llama la atención varias cuestiones:
1º La rapidez de
actuación de la autoridad municipal.
2º La no convocatoria
e inasistencia del denunciante en la comparecencia del expediente.
3º La actuación de la
autoridad municipal, aunque parece equilibrada por no considerar los actos de
insultos y amenazas del denunciado, sin embargo, no lo es. No valora en algún momento las
provocaciones y los retos del lego. Eso sí que eran provocaciones.
4º El tiempo en el que tuvieron lugar los hechos, tres meses después de haber finalizado la guerra
civil, eran tiempos duros. La autoridad municipal opta por condenar al más
débil, dejando sin hacerlo al religioso.
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