domingo, 30 de junio de 2019

BALNEARIO DE LA BREZOSA, EN PUENTENANSA


El balneario se sitúa en la margen derecha del río Nansa, a un kilómetro aguas arriba de Puentenansa y junto a la carretera CA–281, que discurre hasta Piedrasluegas. 

El caudal del manantial es unos 10 litros al minuto, manando a unos 15º C y es ligeramente sulfhídrica, lo que la hace apta para el tratamiento de infecciones cutáneas y bronquiales. 

Empezó a funcionar como balneario a mitad del siglo XIX, dotándose de un bonito edificio con alojamiento, provisto de 12 bañeras y servicios de caballerizas. Ampliaciones posteriores dotaron al complejo de capilla, biblioteca y servicio de viviendas para sus trabajadores. Dejó de funcionar antes de 1936 y su destrucción parcial de debió a una riada ocurrida en 1939.

Edificio del balneario en pleno rendimiento. Foto del Correo de Bielva
Posteriormente el edificio balneario fue utilizado por la empresa Dragados y Construcciones en la construcción de Saltos del Nansa. Recuerdo que hace unos cuarenta años visité el manantial y la finca exterior, donde se encontraban esparcidas por el prado las bañeras de mármol, a modo de bebederos para vacas, y de la existencia de una araucaria chilena muy bonita, en la entrada.

Pileta de captación del manantial
Todavía queda el edificio principal en estado semirruinoso y la pileta de captación del manantial, de unos tres metros de lado por dos metros de profundidad, situada en un costado de la finca.

domingo, 23 de junio de 2019

MOLINOS DEL CASTRO EN CABANZÓN: ¿FE DE ERRATAS?


Cuando iniciamos la investigación de lo que representaba ese topónimo que aparecía en todos los mapas del Servicio Geográfico Nacional, denominado Molinos del Castro, intuimos que el cauce del río Suspina, en sus últimos mil metros, era la divisoria entre Cabanzón y Casamaría. Los ríos suelen ser utilizados como límites territoriales y bastantes ejemplos tenemos en la zona; el Tanea separa Herrerías de Rionansa y el propio Nansa divide a Cades de Rábago.

Sin embargo, informaciones recogidas entre los vecinos vimos que estábamos confundidos; Cabanzón dispone de fincas en la margen izquierda del río Suspina, lo que evidencia que el río en esos metros finales pertenece exclusivamente a ese pueblo.

Preparando la Comunicación que presentamos a las Jornadas sobre Patrimonio Industrial, consultamos en el Archivo General de Simancas el Catastro de Ensenada - http://www.culturaydeporte.gob.es/cultura/areas/archivos/mc/archivos/ags/portada.htmllas respuestas facilitadas sobre Cabanzón. Efectivamente describe la existencia de tres molinos; dos pequeños, de una muela, en el Castro, sobre el río de Casa de María y el tercero sobre el río Suspina.  El archivo de Simancas no dispone de las respuestas de Casamaría, al considerarlas perdidas.

En consecuencia, dispusimos que el Castro en 1753 alojaba ya dos molinos de los cinco cuyas ruinas son perceptibles actualmente y que el río en esa zona se conocía como el de Casa de María, mientras el tercer molino, se encuentra aguas arriba del mismo río, denominado el Suspina.

Recientemente hemos encontrado las respuestas en el catastro de Casamaría, publicadas en Relaciones Histórico-Geográficas y Económicas del Partido de Laredo en el siglo XVIII, de Tomás Maza Solano, editado en 1965. Casamaría en la respuesta 17 sobre la existencia de molinos o no en su término,  cita textualmente: que en el término de este pueblo hay cinco molinos harineros, de una muela cada uno,  que muelen con agua del río llamado Casa de María los cuatro y otro con el arroyo de Suspinas,  y que por falta de las aguas y moliendas, escasamente muelen la mitad del año y que dichos molinos, uno con otro, regulan su producto, en cada año, veinte celemines de maíz.

Portada del libro de Tomás Maza Solano
A mediados del siglo XVIII, cuando se realiza el catastro, Bielva y Cabanzón pertenecían a Val de San Vicente y el ultimo pueblo mantenía litigios territoriales con Casamaría. El propio catastro de Casamaría, en su respuesta tercera sobre sus límites territoriales, cita: que, sobre la mitad de su territorio, poco más o menos, de dicho termino se ha movido injusto pleito por los vecinos del lugar de Cabanzón, jurisdicción del valle de Val de San Vicente, pretendiendo su propiedad….

El complejo hidrológico de Cabanzón-Casamaría es bastante complejo y está formado por riegas, arroyos y riachuelos que se unen al río Suspina prácticamente debajo del puente que permite el paso por la carretera CA 855.  Unos treinta metros más delante de donde desemboca el Suspina en el Nansa, lo hace el pequeño arroyo Llavero, que no tiene entidad para disponer de molinos en sus márgenes.

Complejo hidrológico de Cabanzón-Casamaría
Con esta nueva información nos atrevemos a aseverar algunas cuestiones:

1º. El río de Casa María del catastro que alojaba seis molinos –dos de Cabanzón y cuatro de Casamaría, es el actual Suspina en sus últimos metros.

2º. Los dos molinos sobre el Suspina –uno por cada pueblo, por tanto, en márgenes diferentes-, es el actual río aguas arriba, entorno a la iglesia Nuestra Señora de Loreto.

3º. Es muy posible que en 1753, por las respuestas dadas, los límites entre ambos pueblos estuviesen en el cauce del río. Sin embargo, los pleitos que entabló Cabanzón contra Casamaría debieron saldarse a favor del primero, ensanchando sus límites territoriales, que son los actuales conocidos.

4º. En consecuencia, si hoy se hiciese el catastro todos los molinos sobre el río de Casa de María pertenecerían a Cabanzón.


jueves, 13 de junio de 2019

EL CORREO DE HERRERÍAS: UN PROYECTO PERIODÍSTICO NACIDO EN BIELVA.II


Para los no iniciados en este tema, lo primero que llama la atención es que paseando por Bielva, uno se encuentra con una casa que contiene un letrero en madera, denominada El Correo. Efectivamente en esa casa, que era la residencia de su director Heraclio González Vinoles, funcionó la dirección y administración del periódico. Sin embargo, aunque el periódico se edita en Bielva, la impresión se realiza en su propia imprenta, ubicada en la calle Puente de Santander, regentada por el jefe de información del periódico, José de la Vega, oriundo de Camijanes.

Sede de la dirección y administración del periódico El Correo

El periódico cambia de cabecera a los seis meses de su fundación pasado a denominarse EL Correo. Periódico quincenal, órgano del Ateneo Juvenil de Bielva. Durante su existencia sigue cambiando los contenidos de su cabecera, así como el formato que pasa de 21x15 cm. escrito a dos columnas, a 22x30 cm. en este caso a tres columnas, así como el número de páginas que fluctúa de entre 6 y 16 páginas.

Nueva cabecera del periódico

El Correo tuvo un numeroso consejo de redacción, un todavía mayor plantel de colaboradores y finalmente un numeroso cuadro de corresponsales, con presencia en diversas poblaciones de Cuba, México, y Argentina.  También tenía corresponsales en Cádiz y en prácticamente todos los pueblos del valle. En Cades disponía de dos; José Eguíluz y Basilio Martínez.

La tirada del periódico podía estar en torno a los dos mil ejemplares. Se   publicaba los 1 y 15 de cada mes y no se vendían números sueltos, sino mediante suscripciones anuales que el primer año costaba 3 pesetas y 6 para las del extranjero. En 1921, último año de la publicación, pasa a costar 5 y 20 pesetas, este último para el extranjero.

El periódico que inicialmente se distribuye en Herrerías, extiende rápidamente su área de influencia al resto de municipios del valle del Nansa y  limítrofes de Asturias, llegando su distribución a Cádiz, Sevilla, La Habana, Veracruz y Buenos Aires. Esta extensión estuvo relacionada con la presencia de emigrantes de estas zonas.

Consejo redactor de El Correo, en 1916
En algún momento de la vida del periódico, se cambia nuevamente  la cabecera introduciendo: publicación católica quincenal. Este criterio respondía a la línea ideológica de la publicación que respondía a una visión católica y conservadora de la vida y de defensa de los valores de la sociedad rural tradicional.

POSDATA. Conocemos que existen todavía suficientes ejemplares en bibliotecas privadas localizables. No estaría de más que algún estudiante de la zona pudiese realizar un trabajo fin de carrera en torno a esta iniciativa económica, cultural y política, analizando el contexto sociopolítico de la época.


martes, 11 de junio de 2019

EL CORREO DE HERRERÍAS: UN PROYECTO PERIODÍSTICO NACIDO EN BIELVA. I


Manuel González Quintanal era un vecino de Bielva, que como tantos otros cántabros emigró a Cuba en el último tercio del siglo XIX. Tuvo negocios relacionados con la hostelería en Matanzas, donde se casó con una cubana de ascendencia canaria, de nombre Victorina Vinoles Horta. Tuvieron al menos cinco hijos nacidos entre Cuba y España, entre ellos Rogelio González Vinoles, conocido como el zurdo de Bielva, una leyenda del juego a bolo palma.

Otros hermanos eran Esther, Eloy, Heriberto y Heraclio. Se sabe que regresan a Bielva en 1898 y vuelven a marchar a Cuba en 1914. El caso es que el padre, coincidiendo con una especie de fiebre que se dio en nuestro país, a principios del siglo XX, en torno a iniciativas diversas entorno a la prensa escrita, funda un periódico cuya cabecera inicial se conoce como El Correo de Herrerías: periódico quincenal, órgano del ateneo juvenil de Bielva, para seis meses más tarde pasar a denominarse simplemente El Correo 

Cabecera del Correo de Herrerías, editado en Bielva

Aunque el padre es el propietario, el periódico lo dirige su hijo Heraclio González Vinoles, a quien tuve oportunidad de conocer en la década de los 70, cuando ejercía de secretario municipal en el viejo caserón de ayuntamiento de Herrerías, de Puente Arrudo. Falleció en 1984.

Prácticamente toda la familia está enterrada en Bielva: los padres, incluida Victorina y todos los hijos, excepto Heriberto que debe estarlo en México, donde residió mucho tiempo.

Cementerio de Bielva. Restos mortuorios del matrimonio y de tres de sus hijos y familiares. Heraclio tiene mausoleo propio 
El periódico dejó de publicarse en 1921, después de casi siete años de existencia. Para la próxima entrada nos reservamos para hablar de los aspectos periodísticos.

La contribución industrial de Herrerías en 1917

En renglón 20, aparece Miguel González, periódico político quincenal El Correo, como contribuyente



domingo, 9 de junio de 2019

HABLANDO DE NUEVO SOBRE LOS ENVUELTOS CON HOJAS VEGETALES


En este blog y en el http://andandoporbogota.blogspot.com/ tenemos escritas docenas de entradas sobre este tema. No cabe duda de que  nos apasiona, sobre todo ahora que hemos dejado el planeta infectado de plásticos y ya no sabemos qué hacer con ellos.

El pasado fin de semana estuvimos en Oviedo y paseando por una de sus calles nos encontramos con un escaparate dedicado al trajinado de la hoja de habanos y la elaboración tradicional de puros en Cuba. En fin, un escaparate, bellamente decorado, dedicado a esa industria que tanta fama a dado al país. El estanco es el nº 25 y está en la calle Melquiades Álvarez nº 8.

Envueltos cubanos de cigarros y puros en hoja de mazorca de maíz
Observando el escaparate encontramos unos envueltos, de cigarrillos y de puros, en hoja de mazorca de maíz y una foto de un vendedor callejero en Cuba, ofreciéndoles por las calles. El envuelto es de una belleza extraordinaria, como podrán apreciar los lectores.

Vendedor ambulante de envueltos  de cigarros y puros
El pasado año que pasamos por Colombia, encontré un envuelto nuevo, de entre las docenas que poseo, que traje a Cantabria. Se trata trozos de hojas de tabaco retorcidas sobre si y hechas bolas, que en grupos de siete forman un atado y se venden en algunos mercados. Se supone que uno desenreda una hoja y hace su purito para fumársele. Este atado también posee una belleza extraordinaria.

Envueltos de hojas de tabaco colombianos
Alguien dirá que todo esto es poco higiénico. Bien, aparte de que esto sí que es economía circular, lo que nos es higiénico es la cantidad de basuras que generamos en el primer mundo y los plásticos que nos comemos sin darnos cuenta.

jueves, 6 de junio de 2019

EL HERRADO EN HERRERÍAS. Situación de los potros de herrar


Tal como adelantamos en la anterior entrada, vamos a ver cuál es la situación de los potros de herrar en cada pueblo del municipio y adelantar alguna propuesta. Por nuestra parte elaboraremos una completa ficha de cada potro y se las haremos llegar a la Red Cántabra de Desarrollo Rural -https://redcantabrarural.com/ , para que catalogue este patrimonio.

De entrada, advertimos que dos pueblos han perdido este importante legado, nos referimos Rábago y Cabanzón. El primero que estaba en la parte alta del pueblo, junto al casa actual de José Luis González Bedoya, se desmontó cuando se urbanizó a fondo el pueblo y, el segundo, que se encontraba en un recinto cubierto en un extremo de un conjunto de inmuebles, situado detrás de la encinona, se desmontó para liberar el recinto, que ha pasado a ser un centro para jóvenes. Ambas decisiones nos parecen un error.

Local del potro de herrar de Cabanzón, actualmente local para jóvenes
El potro de Casamaría, al ser un pueblo de barrios dispersos, se encuentra equidistante entre ellos y en el costado derecho de la carretera que desde la autonómica sale para llegar al barrio del Cuesto.

Se encuentra al descubierto y es de estructura metálica, por tanto, relativamente moderno. Se conserva relativamente en buen estado, aunque susceptible de mejora.  La cubierta de onduline bajo teja no es la adecuada y está bastante deteriorada. Le falta alguna palanca para manejar el torno, una de las cinchas, renovar la pieza de madera del yugo y pintarlo de nuevo para protegerlo. Nada que no se pueda resolver con una cantidad pequeña de dinero.

Potro de herrar de Casamaría
El Cades, el potro se encuentra detrás de la parada del bus en la plaza del pueblo. Se ubica en un recinto cerrado, de unos 16 m2, construido con bloques sin revocar, dotado de los huecos para puerta y ventana, sin que llegasen a instalarse.  El potro es de estructura de madera, casi completo, aunque bastante descuidado. Le faltan una de las cinchas y las palancas de manejar el torno para elevar el animal.

Local del potro de Cades
Actualmente, al estar abierto es un depósito de basuras y de vandalismo de graduación diferente.  Dado que la cubierta está en buenas condiciones, se requiere una actuación urgente consistente en revocar el edificio, instalar la ventana en el hueco previsto y una puerta tipo reja, que permita su visualización desde el exterior.
Estructura del potro de Cades
Además, se limpiará el interior, se completará las partes de madera del potro que faltan y se pintará para su protección. En definitiva, se trata de recuperar el local, completar el potro, protegerlo y ponerlo a disposición de los visitantes que quieran contemplarlo desde fuera.

El potro de Camijanes se encuentra en el interior de un recinto de unos 15m2, situado junto al tripleto–fuente, abrevadero y lavadero- del barrio La Cotera. De hecho, forma parte del conjunto de instalaciones públicas, que están revestidos de una plaqueta grisácea.

Local del potro de Camijanes
Actualmente el recinto alberga el potro de herrar y materiales diversos. El potro, por lo que he podido ver, es de estructura metálica, dotado de volantes que mueven tornillos sinfín para el elevado del animal. Es decir, es un potro fijo de ultimísima generación, como creo no haya muchos en Cantabria.  Lo que he podido ver, parece que se encuentra en buenas condiciones.

Parte superior del modelo de potro metálico de Camijanes
Este potro hay que sacarlo del recinto y llevarlo a modo de monumento a una rotonda o a un parque del pueblo. De esta manera se recupera el local para lo que la Junta Vecinal decida. Actualmente es un potro clandestino que estoy convencido que los menores de treinta años y los nuevos vecinos no tienen constancia de su existencia.

Por último, nos queda el potro de Bielva. Este está ligado a la antigua fragua, rehabilitada hace doce años, en una actuación acertadísima llevada cabo por el estudio de arquitectura santanderino: Arquitectos A1

De frente la fragua y el potro de Bielva, antes de la intervención
La fragua conserva todos sus elementos y una buena colección de herramientas y el potro se encuentra en muy buenas condiciones. El conjunto se denomina: Área de Interpretación de la Herrería de Bielva y es visitable desde el exterior.

Área intervenida. A la izquierda la herrería, a la derecha el potro
Creo que es un conjunto interesante que, aunque está señalizado, pasa bastante inadvertido. Merece la pena introducir este recurso en las guías turísticas municipales e incluso programar visitas específicas.



POSTDATA: Ahora que se han elegido nuevos alcaldes pedáneos en todos los pueblos, merecería la pena que se tomasen en serio proteger este patrimonio, lo pusieran a punto y lo ofrezcan a vecinos y visitantes. Ya se sabe que el pueblo que carece de memoria es un pueblo muerto.

martes, 4 de junio de 2019

EL HERRADO DE LOS ANIMALES DOMÉSTICOS EN HERRERÍAS


El arte de herrar consiste en forjar y colocar las herraduras en los cascos y pezuñas de determinados animales domésticos, para evitar el desgaste de la sustancia córnea de que están constituidos, sin perjudicar los movimientos locomotores del animal.

Antiguamente el movimiento del personal y el de mercancías se hacían exclusivamente utilizando ganado caballar, mular o asnal, y todos los trabajos del campo, con esos mismos animales o las clásicas yuntas de bueyes o vacas, según las costumbres y dureza del terreno. Naturalmente el casco o pezuña de estos animales debía cuidarse y protegerse con sumo cuidado. En consecuencia, la importancia del herrador y de la herradura eran excepcionales.

La importancia del herrado en Herrerías queda bien patente toda vez que cada pueblo disponía de su potro o máquina de herrar. Algunos estaban en cobertizos y otros al aire libre. El herrador visitaba estos establecimientos en los días y horas convenidos y allí le esperaba la clientela con sus ganados. Tiene cierta similitud con las esperas de las visitas médicas que hacemos en nuestro centro de salud, en Bielva.
Potro de herrar, anexo a la fragua de Bielva
Se conoce que el herrador de Casamaría y Cabanzón se desplazaba desde Panes y a mí, en la década de los 90, me ha herrado un caballo Fidel Agüeros, el campanero de Quintanilla de Lamasón, que tenía la fragua junto al río Tanea.

Centrándonos únicamente en Cades, pensemos los cientos e incluso miles de toneladas de carbón vegetal que hubo que trasladar en carros chillones desde el monte, donde se carboneaba, hasta la ferrería. Pensemos en los miles de viajes que hubo que hacer desde el ribero de Muñorrodero hasta la ferrería con el mineral de hierro que llegaba desde Vizcaya. Imagínense las necesidades de herrado de todos los animales domésticos que se utilizaban en las labores agrícolas del pueblo o para sacar la madera del monte. Todo ese ganado utilizado en los procesos productivos debía cuidarse convenientemente mediante el herrado periódico.

Los bueyes y las vacas de tiro se herraban mediante unas placas  metálicas de unos tres milímetros de espesor de forma ovalada y previsto en uno de sus lados de una pestaña. Cada pezuña tiene su forma característica al igual que también son diferentes las herraduras de las manos y las de los pies. Esta herradura se llama callo y el modelo, por llevar la pestaña, vizcaíno.

Herradura o callo, tipo vizcaíno, para el ganado vacuno
Las herraduras del ganado caballar, se tratan de unas bandas metálicas más o menos anchas y largas, encorvadas en el sentido de su grosor en forma de arco o puente, disponiendo de una serie de orificios cuadrados piramidales en la cara inferior, destinados a recibir las cabezas de los clavos que han de sujetar las herraduras a los cascos.

Herradura para ganado caballar usada
Estas herraduras se fabricaban en las fraguas que disponían de potros de herrar. El ejemplo más claro es la de Bielva donde el herrero fabricaba las herraduras que necesitaba. Aquellos potros de herrar que nos disponían de fragua, los herreros llevaban juegos diversos para calzar el animal con la más apropiada.

Clavos de herrar
En la siguiente entrada iremos viendo cual es la situación del potro en cada pueblo y ver que se puede hacer para conservar este importante patrimonio etnográfico.