El Códice Mendocino o Mendoza
recibe su nombre debido a que fue el virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza, que desempeñó su cargo de
1535 a 1550, quien lo mando hacer con el fin de enviar a Carlos V, informes
sobre los antiguos mexicanos.
Confeccionado
después de la conquista las figuras tienen el carácter de los jeroglíficos
antiguos. Para esta entrada nos vamos a centrar en la parte etnográfica del
mismo, centrados en las láminas 59 y 60 que tratan sobre educación,
alimentación, enseñanzas y castigos de
los jóvenes.
Lámina 59 del Códice Mendocino |
La lámina se divide en cuatro
partes identificadas. En la primera se narra las tareas desempeñadas por los niños de
7 años. En el caso del varón se le instruye en el manejo de los instrumentos
para la pesca en el medio lacustre como el de Tenochtitlán. En la parte de la
niña se advierte que ha desarrollado cierta destreza en el hilado con el huso.
La alimentación para ambos sexos, tal como recoge la pintura, lo constituye una
tortilla y media.
En la parte segunda y
tercera se reflejan los apercibimientos
y los castigos proporcionados a los chicos en caso de desobediencia. A la edad
de 8 años el padre reprende a su hijo y
le castiga clavándole en el cuerpo púas de maguey, lo mismo que a la chica que
es advertida por su madre. Al chico se las clavan por el cuerpo, mientras a la
chica lo hacen en las manos.
La parte cuarta y última de la
lámina representa un castigo más severo. En el caso del varón el castigo
corporal se acentúa con la desnudez como una manera de vejación. En el caso de
la muchacha ha sido amarrada ambas manos, al tiempo que la mano derecha blande
un palo a punto de caer sobre el cuerpo de la niña. Simbolizan los castigos por
falta de pericia en las tareas de aprendizaje que se les asigna. La
alimentación a los 8, 9 y 10 años sigue siendo una tortilla y media.
Lámina 60 del Códice Mendocino |
La lámina 60 se divide también en cuatro partes reflejando los castigos y las enseñanzas propias para las edades de los 11, 12, 13 y 14 años.
En la primera parte se observan
los castigos proporcionados a los chicos y chicas de 11 años. En el caso del varón, el padre le sostiene
con la mano derecha para colocar su cabeza a la altura del humo, provocado por
la combustión de chiles, mientras que para la mujer con un gesto poco
benevolente, con ambas manos empuja el cuerpo de su hija hacia el humo.
La parte segunda correspondiente a la edad de 12 años, el varón recibe un castigo consistente en desnudar su cuerpo y colocarlo sobre tierra húmeda durante un día. La madre por su parte obliga a su hija a barrer durante toda la noche, como una manera de recordarle sus deberes.
La parte segunda correspondiente a la edad de 12 años, el varón recibe un castigo consistente en desnudar su cuerpo y colocarlo sobre tierra húmeda durante un día. La madre por su parte obliga a su hija a barrer durante toda la noche, como una manera de recordarle sus deberes.
La parte tercera en vez de castigos reflejan las actividades y oficios en el que son instruidos. Vemos que a partir de los 13 años la alimentación se incrementa a dos tortillas. A los trece años el muchacho se encarga de acarrear juncia sobre sus espaldas o de trasportarla en canoa. Este material se empleaba para el acondicionamiento de los hogares.La muchacha se le entrena en el arte de desgranar el maíz, procesarlo, molerlo en el metate y convertirlo en tortillas, en el comal. En esta imagen están representados todos los utensilios necesarios: metate, comal, olla contenedora y el molcajete.
La última parte representa a un chaval de 14 años en acción de pesca con la fisga y el redeño, mientras que a la chica se la adiestra en el manejo del telar de cintura. La dieta sigue siendo la misma.
Fragmento de la lámina 60 |
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