viernes, 25 de enero de 2019

MINIFUNDIO Y TAMAÑO DE LAS PARCELAS EN CADES


El minifundio se caracteriza por la división de la propiedad rural en fincas muy pequeñas, lo que produce una baja rentabilidad en la explotación de estas, que lleva a sus propietarios a la subsistencia. Este sistema es propio del norte de España.

Las razones de esa baja rentabilidad son obvias; el reducido tamaño impide la mecanización, se pierde gran cantidad de superficie agraria debido a la cantidad de linderos y, por último, por la pérdida de tiempo utilizado en desplazamientos.

¿Por qué se formaba este minifundismo? Según los expertos esto se producía por el régimen de herencia al uso en algunas zonas de España, consistente en que el cabeza de familia a su muerte testaba su propiedad dividiendo a partes iguales entre sus herederos, resultando así pedazos de terreno progresivamente más pequeños.


Mapa del catastro de la riqueza rústica del centro de Cades. Zona marcada

En contraposición a este régimen se reguló otro conocido como mayorazgo, que es un sistema de reparto de bienes que beneficiaba únicamente al mayor de los hijos, de forma que el grueso del patrimonio de una familia no se diseminaba, sino que sólo podía aumentar.

El minifundio se intentó paliar a partir de 1953 con el Servicio de Concentración Parcelaria, a través del cual se intentaba concentrar todas las parcelas de los campesinos en una sola, de una extensión similar a la suma de todas ellas.

Este proceso no fue fácil. A algunos abusos, propiciados por lo políticos y caciques locales, se sumaba la tardanza en el proceso. Un municipio podría tardar más de diez años en concentrar sus parcelas.

Así todo fue un proceso muy positivo, pues aparte de concentrar las parcelas se arreglaban y diseñaban nuevos caminos de acceso a las mismas.

Herrerías fue sometida a este proceso y para entender de lo que estamos hablando, nos hemos permitido estudiar el antes y el después de una zona de Cades, que es válida para el resto del pueblo y para cualquier otro pueblo del municipio.

Para ello hemos manejado los mapas del catastro de la riqueza rustica de 1953, con fotografías aéreas de 1956 y con fotografías actuales del Sistema de Información Geográfica de parcelas agrícolas (SIGPAC), que permite identificar geográficamente las parcelas existentes.

Foto aérea de Cades de 1956. Zona marcada. Parcelas sembradas de maíz
El resultado no puede ser más sorprendente; el centro de Cades pasó de la existencia de varios cientos de parcelas a unas pocas docenas.

Parcelas actuales en zona marcada
Veamos un ejemplo al lado de nuestra casa. Vamos a delimitar la superficie interior compuesta por las zonas siguientes: La Sierra, Socueva, Villachica, parte alta del barrio El Pellón y el antiguo camino de la Cuesta de la Sierra.

En azul, zona de estudio, con sus parcelas antes de la concentración
La superficie de esta zona medida con el  sigpac es de 3,3 Ha, es decir, 33.000 m2. El número de parcelas, muchas de ellas abancaladas, antes de la concentración parcelaria eran de 89. Después de ella 7.

La superficie media por parcela antes de la concentración era: 33.000/ 89= 371 m2

En azul, la misma zona de estudio, actualmente
La superficie media, después de la concentración, fue de  33.000/7= 4.714 m2. O, lo que es lo mismo, la superficie media de las parcelas se incrementó trece veces. Sin comentarios.


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