La chumbera es una planta del genero opuntia perteneciente a la familia de las cactáceas con más de trescientas especies oriundas de América, donde popularmente y en México se la conoce como nopal. En España, donde llegó a través de los conquistadores, es común verla en Andalucía, en la costa mediterránea y en Canarias.
Las cactáceas son una familia de plantas suculentas, en gran mayoría espinosas, vulgarmente conocidas como cactus. Al vivir en zonas de fuertes calores aguantan bien la sequía, pero como todas las plantas también necesitan agua para vivir. Uno de los mayores errores en el cuidado de las cactáceas es el exceso de riego.
Aunque conocíamos la existencia del higo chumbo, lo que en México se conoce como tuna, aprendimos a comer el nopal hace unos años en Madrid. Visitando una tienda mexicana de la calle Segovia nos enseñaron a prepararlo y nos aficionamos al mismo. Ya en el 2013, cuando visitamos México por primera vez, los comíamos en las tascas próximas a los mercados.
El nopal es un alimento rico en agua, fibra, calcio y potasio. La cantidad de fibra presente, disminuye las concentraciones de colesterol, triglicéridos y glucosa en la sangre por lo que es muy recomendable para personas diabéticas y obesas. Las pencas del nopal, exentas de las espinas, son obligadas en las ensaladas y en numerosos platos como acompañamiento. Con las tunas se confeccionan numerosos postres.
Puestos de venta de nopales en el mercado de la Merced , en México DF
En el valle del Nansa, aproximadamente unos 800 metros antes de llegar a Puente Arrudo, a la mano izquierda, existe una casa en cuya fachada y en su lado derecho alberga una buena y vieja chumbera mientras que, en su lado izquierdo, lo hace una cactácea, que casi llega hasta el tejado. Como las he conocido de siempre, calculo que superaran los 50 años de existencia.
Observese la vieja y gran chumbera de la derecha. Y la belleza de la cactácea de la izquierda
Hace como un mes decidimos parar y pedir unas pencas para trasplantarlas en nuestra casa de Cades. Las hemos puesto en tiestos y hemos visto con asombro que, a pesar de la humedad de éste verano, han enraizado convenientemente y que han iniciado su reproducción de nuevas pencas. Las tenemos puestas en la zona sur de nuestra casa para que estén bien asoleadas.
Puestos de venta de nopales en el mercado de la Merced , en México DF
En el valle del Nansa, aproximadamente unos 800 metros antes de llegar a Puente Arrudo, a la mano izquierda, existe una casa en cuya fachada y en su lado derecho alberga una buena y vieja chumbera mientras que, en su lado izquierdo, lo hace una cactácea, que casi llega hasta el tejado. Como las he conocido de siempre, calculo que superaran los 50 años de existencia.
Observese la vieja y gran chumbera de la derecha. Y la belleza de la cactácea de la izquierda
Hace como un mes decidimos parar y pedir unas pencas para trasplantarlas en nuestra casa de Cades. Las hemos puesto en tiestos y hemos visto con asombro que, a pesar de la humedad de éste verano, han enraizado convenientemente y que han iniciado su reproducción de nuevas pencas. Las tenemos puestas en la zona sur de nuestra casa para que estén bien asoleadas.
En Cades, un par de pencas con los brotes ya nacidos
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Los mexicanos han entendido muy bien la generosa fuente de alimento del nopal, no sólo por su alta productividad sino también porque se encuentra disponible aún en las condiciones más difíciles, produciendo 600.000 toneladas de nopal verdura al año. Buena parte de la producción se exporta a EE.UU
Conocemos lo antipático que supone manipular pencas de chumbera o los propios higos chumbos para quitarles los pinchos o pelarlos, pero nuestra estupidez no tiene límites, ya que somos capaces de pagar buenas facturas para degustarlos en los restaurantes mexicanos, tan en boga en nuestro país, pero incapaces de cogerles de la chumbera o generar un actividad económica en torno a esta planta.
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