El año 1998 y el siguiente, por motivos laborales, residí en Venezuela. Los dos años anteriores y por la misma causa lo hice en Colombia. En éste último país y por razones de seguridad en aquella época, teníamos prohibido salir de las ciudades dónde residíamos, en este caso Medellín, y cuando lo hacíamos teníamos que ir escoltados. Así que, durante mi estancia en Venezuela, pude desquitarme de la falta de movilidad del vecino país.
Venezuela es un país con una gran variedad
de ecosistemas que determinan igualmente una diversidad paisajística asombrosa. De esta manera me propuse
conocerla bien y recorrí los parques y bastantes playas del litoral venezolano,
desde la península de Paraguana hasta Cumaná, incluidos los Roques, visité las
montañas andinas y los páramos que circundan Mérida, visité los Llanos
alojándome en el Hato La Trinidad,de Arauca, donde se encuentra la tumba de
Francisca Vázquez, más conocida como Doña Bárbara. También cruce la gran sabana para
adentrarme en Brasil a través de Santa Elena del Uairén y visité la Orinoquía, utilizando como base
Puerto Ayacucho.
Desde esta ultima pude tener acceso a
algunas comunidades indígenas del medio Orinoco, donde aparte de ver y aprender
sus formas de vida, me permitió adquirir elementos originales de su vida
cotidiana. Así es como conservamos macanas, guapas, carcajs, yoperas, palos ígneos
para hacer fuego, catumares, escofinas de quijada de báquiro, bancos
ceremoniales, ruecas, maracas shamanicas, puntas de flecha, guayucos, ruecas
para hilar algodón, collares, mascaras y pintaderas e´ñepa.
Los e´ñepa o panare son una de las etnias de la cuenca del Orinoco que actualmente habitan el municipio de Cedeño, en el Estado de Bolívar de Venezuela.
Fueron descritos por primera vez por Agustín Codazzi a mediados del siglo XIX y son conocidos como los decoradores del cuerpo, por sus costumbre de pintarse los cuerpos con unos sellos previamente elaborados.
La costumbre de pintarse el cuerpo de
algunas etnias nos refiere a prácticas sociales como el rango, la edad, el
género o condición y además van más allá del adorno, adentrándose en los
confines de la magia, siendo propiciadora de la agricultura, la caza, la pesca,
la recolección, también protege del ataque de
los felinos, de la mordedura de la serpiente y forma parte del poder chamánico,
en su lucha contra la enfermedad y la muerte.
Las pintaderas e´ñepa se elaboran con
madera del árbol del jobo -Spondias mombin- que es una madera muy liviana, de muy baja
densidad, parecida al balso y fácil de trabajar. Estas pintaderas o sellos se
trabajan a navaja y contienen los más variados diseños, formas y
tamaños. La práctica de pintarse se realiza durante toda la vida. A los niños
se les pintan las manos y pies.
Suelen ser diseños geométricos con los que se pintan todo el cuerpo. Los de las mujeres suelen ser cilíndricos mientras que para los hombres se reservan los rectangulares, cuadrados y cónicos.
Suelen ser diseños geométricos con los que se pintan todo el cuerpo. Los de las mujeres suelen ser cilíndricos mientras que para los hombres se reservan los rectangulares, cuadrados y cónicos.
Infografía sobre la elaboración de las pintaderas, motivos y formas de pintarse |
Como colorantes y para el color rojo
se utiliza el achiote –bixa Orellana- también conocido como onoto, mientras que para el negro se
utiliza el huito –genipa americana- acreditado también
como caruto o jagua.
Obtener el tinte para poder pintarse
exige un proceso con ambos productos vegetales que me propongo explicar en la
siguiente entrada.
muy bueno hermano
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