viernes, 8 de febrero de 2013

LA DEFENSA DE LOS MAÍCES NATIVOS


En nuestro reciente viaje a México hemos constatado una realidad y es que la defensa de los maíces criollos o nativos es una realidad prácticamente en todo México, como lo es en nuestro país, la defensa de los denominados maíces del país, que son aquellas variedades que hasta no hace muchos años eran parte de la  dieta alimenticia de las poblaciones campesinas.
 
Prácticamente en todos los estados de México son las organizaciones civiles las que organizan la defensa del medio ambiente, la calidad de los alimentos y su diversidad, así como el modo campesino de producción, frente a la agricultura industrial y los maíces híbridos, propiedad de las grandes corporaciones semilleras.
 
Esto se produce en un país con una vasta cultura agrícola, que acumula conocimientos milenarios y que incluye el uso de semillas nativas en el 70 % de la producción agrícola; semillas nativas que son producidas, mejoradas, salvaguardadas y adaptadas a los diferentes climas y necesidades agrícolas por los propios campesinos mexicanos.
 
 

En lo que respecta a nuestro país aunque los objetivos son los mismos, las connotaciones son diferentes. En Galicia, la Misión Biológica de Galicia del CSIC –www.mbg.csic.es–, junto a personas privadas –www.elmaiz.org–  estudian las variedades clásicas gallegas, organizan pruebas y degustaciones, llevando las conclusiones de sus estudios a comunicaciones y ponencias, que presentan en diferentes congresos. En definitiva, intentan recuperar las variedades más aptas  de los maíces tradicionales para darles valor añadido como recursos panificables.
 
Algunas variedades de maíz: sarreaus, rebordanes y tui.
 
En Cantabria el estado de la cuestión está más atrasado. El Centro de Investigaciones  y Formación  Agraria del Gobierno de Cantabria,  ha desarrollado últimamente algún proyecto sobre " Caracterización de variedades locales de maíz en Cantabria". Se trataba de caracterizar 72 variedades locales de maíz,  guardados en los diferentes bancos de germoplasma de nuestro país. Las actuales carencias presupuestarias en general y las dedicadas a la investigación en particular, no ofrecen demasiadas perspectivas para que se siga investigando sobre esta gramínea.
 
Por nuestra parte y circunscritos al Valle del Nansa hemos  iniciado de forma privada  la custodia de las variedades de maíz del país, que todavía una decena de personas siembran anualmente.


Algunas de las variedades custodiadas
 
Nuestro objetivo futuro aparte de preservan estas variedades locales, es darles valor  añadido como actividad económica.
 
Estando participando en Oaxaca en el II Encuentro Nacional de la Red de Etnoecología y Patrimonio Biocultural de Mexico, se adelantó a los presentes que un estudio realizado recientemente sobre el impacto en la agricultura Centroamericana al paso del mortífero huracán Mitch, en 1998, arrojaba datos de como las plantaciones de maíz tradicional, realizadas por la comunidad campesina, había soportado menos daños relativos, que las plantaciones industriales.
 
De esta entrada se puede sacar una conclusión, como es que la defensa de los maíces tradicionales es un objetivo global.
 

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