En nuestro reciente viaje a México hemos constatado una
realidad y es que la defensa de los maíces
criollos o nativos es una realidad prácticamente en todo México, como lo es
en nuestro país, la defensa de los denominados maíces del país, que son aquellas variedades que hasta no hace
muchos años eran parte de la dieta
alimenticia de las poblaciones campesinas.
Prácticamente en todos los estados de México son las
organizaciones civiles las que organizan la defensa del medio ambiente, la
calidad de los alimentos y su diversidad, así como el modo campesino de
producción, frente a la agricultura industrial y los maíces híbridos, propiedad
de las grandes corporaciones semilleras.
Esto se produce en un país con una vasta cultura agrícola,
que acumula conocimientos milenarios y que incluye el uso de semillas nativas
en el 70 % de la producción agrícola; semillas nativas que son producidas,
mejoradas, salvaguardadas y adaptadas a los diferentes climas y necesidades
agrícolas por los propios campesinos mexicanos.
En lo que respecta a nuestro país aunque los objetivos son
los mismos, las connotaciones son diferentes. En Galicia, la Misión Biológica
de Galicia del CSIC –www.mbg.csic.es–,
junto a personas privadas –www.elmaiz.org– estudian las variedades clásicas
gallegas, organizan pruebas y degustaciones, llevando las conclusiones de sus
estudios a comunicaciones y ponencias, que presentan en diferentes congresos. En definitiva, intentan recuperar las
variedades más aptas de los maíces tradicionales
para darles valor añadido como recursos panificables.
Algunas variedades de maíz: sarreaus, rebordanes y tui. |
En
Cantabria el estado de la cuestión está más atrasado. El Centro de
Investigaciones y Formación Agraria del Gobierno de Cantabria, ha desarrollado últimamente algún proyecto
sobre " Caracterización de variedades locales de maíz en
Cantabria". Se trataba de
caracterizar 72 variedades locales de maíz,
guardados en los diferentes bancos de germoplasma de nuestro país. Las
actuales carencias presupuestarias en general y las dedicadas a la
investigación en particular, no ofrecen demasiadas perspectivas para que se
siga investigando sobre esta gramínea.
Por nuestra
parte y circunscritos al Valle del Nansa hemos
iniciado de forma privada la
custodia de las variedades de maíz del
país, que todavía una decena de personas siembran anualmente.
Algunas de las variedades custodiadas
Nuestro objetivo futuro aparte de preservan estas variedades
locales, es darles valor añadido como
actividad económica.
Estando participando en Oaxaca en el II Encuentro Nacional de la Red de Etnoecología y Patrimonio Biocultural de Mexico, se adelantó a los presentes que un estudio realizado recientemente sobre el impacto en la agricultura Centroamericana al paso del mortífero huracán Mitch, en 1998, arrojaba datos de como las plantaciones de maíz tradicional, realizadas por la comunidad campesina, había soportado menos daños relativos, que las plantaciones industriales.
De esta entrada se puede sacar una conclusión, como es que la defensa de los maíces tradicionales es un objetivo global.
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