Un carril para
castañas es una edificación circular, típica del norte de España, construida en piedra en seco dentro de los castañares, para guardarlas en sus
erizos, una vez vareadas. De esta manera se protegen de la fauna salvaje que
les sirve de alimento. En Asturias se denominan cuerries, mientras en el
país vasco y navarra se conocen como ericeras.
Las castañas en sus
erizos alojadas en el carril, disponen de una temperatura uniforme y una
humedad adecuada, que permite ampliar el tiempo de conservación que puede ir
desde noviembre hasta marzo o abril. Para entender bien este proceso, baste
recordar que algunos pueblos de montaña en nuestro país, que no disponen de vegas cerealistas , debido a su orografía, las castañas suponían en el pasado casi la
única aportación de los hidratos de carbono en su alimentación.
Hemos decidido
construir uno en un bosquete mixto de castaño y roble, al lado de nuestra casa,
en la zona de la Sierra de Cades. Tiene un diámetro interior de 2, 5 m. y una
altura de muro de 0,90 m. Nos hemos permitido ciertas licencias constructivas
consistentes en asentar el muro mediante el clavado de estacas a ambos lados y
sujetarle mediante dos bandas de un trenzado de varas de avellano.
Como está próximo al
viejo camino de Otero a Cades, por donde desciende los peregrinos que quieren
llegar al albergue de este último pueblo, hemos decidido señalizarle con un
cartel, para su visualización.