miércoles, 1 de julio de 2020

LA PENOSA CONSTRUCCIÓN DEL PASO DE BEJO


El proyecto de la carretera de Tinamenor a Piedras Luengas data de 1884 y para su construcción se dividió en dos tramos; el primero hasta Puentenansa y el segundo hasta el collado, en la provincia de Palencia.

El segundo tramo es fue el más complicado sobre todo el paso de Bejo que a juicio de los ingenieros en ninguna parte de la provincia se encontraba un paso tan difícil.

Al respecto hay que aclarar que la carretera actual no tiene nada que ver con la construida en la parte final, para remontar el collado de Pantrieme. La construida iba paralela al rio en su margen derecha, en sentido ascendente, cruzaba la presa de la Cohilla y discurría por el lateral del embalse hasta salir al kilómetro 13.  Esta carretera fue modificada a partir de 1941, al verse afectada por la construcción de la presa y del embalse de la Cohilla. Es el actual trazado al que dedicaremos otra entrada.

En rojo, el antiguo camino en la parte final de Peña Bejo

La obra se dividió en siete tramos, correspondiente el paso de Bejo al cuarto tramo. En 1897 todos los tramos estaban finalizados salvo el del Bejo, de tal manera que carretera no tenía continuidad.

Debido a los retrasos que acumulaba ese tramo, existe un documento de las corporaciones municipales de todo el valle, dirigido al Director General de Obras Públicas, el 30 de mayo de 1897. Decía así:

Los ayuntamientos que suscriben de la provincia de Santander acuden a Usted y con el debido respeto exponen: que es anómala, incompresible e intolerable lo que está ocurriendo en la construcción del trozo 4º de la carreta de Piedras Luengas a Tina Mayor, cuyo contratista es don Manuel Merino. Construidos ya hace bastante tiempo los trozos 1º, 2º, 3º, 5º, 6º y 7º y puestos al servicio público de nada sirve ni puede utilizarse todo este gran trayecto que pone en comunicación a estos valles con Castilla, por la falta de construcción del trozo cuarto, que está en el medio de aquellos, y precisamente en la entrada de la Peña Bejo por donde no hay paso alguno ni siquiera peonil que, por lo menos, ha debido hacerle el referido contratista.

No bajará de ocho años los que éste lleva invertido en las obras de tan corto trozo, que muy bien ha podido terminar en dos o tres. A favor de las  repetidas prorrogas que se le han concedido, ha venido diseminando las obras, dejando transcurrir años enteros, sin apenas adelantar un paso en ellas; y todos estos pueblos se han aguantado y resignado a pesar de los inmensísimos perjuicios que les causa, en la creencia que ni a los mismos intereses del contratista seria conveniente semejante abandono, del cumplimiento de su contrata; pero apercibidos de que por miras de especulación propia teniendo otros consocios en este negocio que le pagan su dirección y exclusiva intervención, mientras dure las obras, así como aprovecha también la explotación de los trabajadores se ha logrado evidenciar el verdadero motivo de la demora y la prolongación de la contrata que le conviene que dure.

Últimamente con fecha 14 de mayo de 1895 se le ha concedido prorroga de 30 meses que concluye el 14 de noviembre próximo y siempre seguro que, para esa fecha, no solo, no concluye las obras que efectúan, sino que ni aproximadamente, continuando como siempre con escasísimos trabajadores y contando seguramente con que, mediante su reconocida influencia, ha de obtener nuevas prorrogas….

Deben obligar al contratista del trozo 4 de la carretera de Piedras Luengas a Tina Mayor, D. Manuel Merino a que termine las obras del citado trozo para el día 14 de noviembre próximo, que le esta concedido. Así lo esperan los exponentes de la notaria rectitud de usted, cuya vida guarde Dios muchos años

Hoja 1º del texto dirigido al Director General de Obras Públicas

Parece que entre las dificultades de la obra y la negligencia del contratista, el abrir camino por la Peña Bejo, llevó más de diez años. 

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