El
pasado día uno nos desplazamos a visitar
el Centro de Interpretación del Hórreo. Este se ubica en el pueblo de Bueño,
municipio de la Ribera, muy cerca de Oviedo. Este pueblo es muy interesante ya
que después de visitar el Centro, se puede realizar la ruta de los hórreos. El sólo conserva en bastante buen estado y
magníficamente señalizado 36 hórreos y 10 paneras.
El
hórreo es un granero aéreo que se eleva sobre el terreno mediante pilares,
facilitando así la adecuada conservación de los productos que guarda en su
interior, aislándolos de la humedad y de la fauna no deseada.
Todavía
no se tiene claro de donde proviene la palabra hórreo. Una de ellas hace
derivar la palabra del latín horreum (granero),
mientras que la otra se la vincula a la voz pre indoeuropea orro, con el sentido de” lugar elevado”.
Los
hórreos son propios de la España húmeda conservándose desde el Norte de
Portugal hasta Navarra , pasando por Galicia ,Asturias, Cantabria y el País
Vasco, siendo las dos primeras comunidades citadas donde más se han
desarrollado y donde más se conservan.
No
es el propósito de esta entrada, explicar las tipologías, evoluciones,
variedades o decoraciones de los mismos; nos interesa como se vinculan estas
interesantes construcciones con la llegada del maíz a España.
Por
de pronto no se conoce en Asturias los orígenes de estas construcciones. Los
más antiguos registrados son dos de la zona de Villaviciosa fechados en 1505 y
1507. Estas fechas coinciden exactamente con el inicio de la plantación del
maíz en la cornisa Cantábrica. Sin embargo los hórreos asturianos han sido algo
más que graneros. Sin entrar en la multitud de usos que se les ha dado, lo que predomina es el de
despensa .En ellos, aparte del grano,
se guardaba los productos de la matanza, se ponía a secar el queso…etc.
Además
existen dos datos interesantes. El primero es que aparte del típico hórreo
asturiano de planta cuadrada y tejado a cuatro aguas, que convergen en un
punto, existen los cabazos, típicos
de la franja costera de la zona occidental de Asturias. Este granero, que también es típico de Galicia, por sus particularidades constructivas es
únicamente un recinto donde se almacena y se seca el grano, fundamentalmente, el
maíz.
El
otro dato interesante es que las necesidades de volumen de almacenamiento que
se dan en el siglo XVIII, surge una evolución del hórreo y se inventa la panera. Este granero surge de la necesidad de agrandar el hórreo
típico alargándole y por tanto haciéndole rectangular. Una panera es un hórreo
rectangular con más de cuatro pegollos, con el tejado también a cuatro aguas,
pero en vez de converger en un punto lo hacen en dos, formando una cumbrera. Esta
evolución coincide con mayores cosechas de maíz y por tanto con más necesidades
de secar y guardar los granos.
A
modo de resumen y aparte de juzgar muy interesantes este tipo de construcciones
populares que debemos estudiar , conservar y defender, dejamos constancia de la
coincidencia de sus orígenes con la llamada revolución
del maíz y sobre todo que las posteriores evoluciones han servido para dar
cobijo a la gramínea americana
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