Leyendo la crónica de
la II Feria de Muestras de Santander, que tuvo lugar en la segunda Alameda de
la ciudad, en 1932, me he encontrado con la participación de Loriente,
como expositor de la misma, junto a Ribalaygua, la fábrica de gas Lebón, Pérez
del Molino o la granja Poch de Torrelavega, entre otras.
Muchos santanderinos
no conocerán o recordarán a esta saga de industriales que durante medio siglo fabricaron
piezas diversas para el sector de automoción. El viejo patriarca, Benito
Loriente, inicia su actividad disponiendo de un garaje para, posteriormente,
fundar una fábrica de piezas moldeadas de caucho en un edificio situado en la
esquina de la plaza de Numancia, hoy desaparecido.
Era un edificio de
cuatro plantas –planta baja+ tres pisos– de
arquitectura industrial que desencajaba con los residenciales de su entorno. En
él se fabricaron cientos de referencias de piezas de caucho para todos los
sectores que se comercializaban en toda España. Entre sus clientes se encontraba,
ni más ni menos, que la fábrica de coches de la SEAT, cuando era de capital
público dependiente del Instituto Nacional de Industria. Entre las décadas de los 60 y los 70 muchos
coches que salieron de esa fábrica, disponían de piezas de Loriente, incluidas
las alfombras por aquel tiempo, de caucho.
Instalaciones
de Loriente en la Plaza Numancia
Esa buena relación con la fábrica de coches llevó también a que Loriente fuese elegido representante oficial de esa marca para Cantabria. Así es como en un edificio de la C/ Casimiro Sainz 6, acogen las actividades de venta de coches, repuestos y reparación de los mismos. Ese viejo caserón que compartía acera con un puesto de repostaje de gasolina de CAMPSA, ha desparecido y ha lugar a un solar donde el Gobierno de Cantabria, pretende construir su nueva sede.
Surtidor de gasolina compartiendo acera con las instalaciones de Loriente, en Puertochico
La buena marcha de
los negocios propicia la entrada en el mismos de dos de los hijos del
patriarca; Benito y Antonio, químico el primero y abogado el segundo, que
dirigen respectivamente los negocios de fabricación de piezas de caucho,
incluidas pastillas de frenos para diferentes modelos de vehículos y la representación
de los vehículos de la marca Seat.
Al quedarse pequeñas
las instalaciones de Plaza Numancia, a finales de 1960, abren un segundo taller
para manipular el caucho en una nueva nave de la Avenida de Parayas, concesión
de la antigua Junta de Obras del Puerto, sobre unos terrenos ganados al mar. La
nave de 9.000 m2 situada en la margen derecha, dirección Bilbao, es la que
actualmente ocupa Carrera Motor a partir de la gasolinera.
Anuncio
de Loriente, en la hoja del lunes de marzo de 1959
En la década de los años 80 y por diferentes razones empiezan a liquidar los negocios. De un lado, no había relevo generacional o, lo que es lo mismo, la incorporación de los nietos a los negocios para propiciar su continuidad, mientras que, del otro, los inmuebles de los Loriente eran muy apetecidos por su ubicación, como hemos visto con el que alojará la futura sede del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.
Otro elemento a
considerar es el que tiene lugar en 1986, como es la compra de SEAT por el
grupo alemán
Volkswagen. A partir de esa fecha pasa a ser una filial del grupo alemán. Volkswagen reorganiza su producción y sus proveedores
entre los cuales no se encuentra Loriente.
Con esta entrada
hemos querido reconocer y dar testimonio a una importante familia santanderina,
los Loriente, que tanto aportaron al desarrollo industrial de la ciudad, en el
sector de automoción. Dicho queda.
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