jueves, 21 de junio de 2018

CUANDO CAZAR TOPOS ERA UNA OBLIGACIÓN, EN HERRERÍAS


El topo –talpa occidentalis- es bien conocido por los campesinos cántabros debido los daños que causan en las praderas. Son los únicos mamíferos europeos con vida propiamente subterránea, al pasar gran parte de esta bajo tierra, a la que se han adaptado de una forma asombrosa, pudiendo pasar largos periodos sin necesidad de tener que salir a la superficie.

La presencia de toperas en el suelo es el  mejor rastro para detectar su presencia. Estos montones de tierra son claramente perceptibles y se alimentan de invertebrados, sobre todo de lombrices, estando considerados como una plaga, debido a los daños causados en los pastizales.

Existe una circular del ayuntamiento de Herrerías, fechada el 15 de enero de 1889, en el que se obliga a cada vecino del municipio a dar muerte a cinco topos, presentando las diez manos de estos al alcalde de barrio, que deberá llevar un registro de la caza efectuada, para su posterior entrega al Ayuntamiento en los días de pleno.  Se castiga con una multa de 1,25 pesetas quien incumpla la circular.

Circular municipal
Por su interés transcribimos la circular:

El Ayuntamiento que tengo el honor de presidir, acordó en sesión del día 10 del corriente, que todo vecino ha de dar muerte a cinco topos, presentando las diez manos de los mismos y entregándolas a los alcaldes de barrio, quienes llevaran una lista y anotaran en ella a los vecinos que les verifique y estos lo harán al ayuntamiento en los días de sesión, que lo han de verificar,  para el día 31 de marzo próximo, bajo multa a los faltos de una peseta y veinticinco céntimos , que se hará efectivo por la vía  de apremio en el papel correspondiente.
 (copias)                       Herrerías  15 de enero de 1889

Topo ibérico-–talpa occidentalis-

Eran tiempos en los que la adversidad en el medio rural se combatía con medidas de solidaridad vecinal.

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