El topo –talpa occidentalis- es bien conocido por
los campesinos cántabros debido los daños que causan en las praderas. Son
los únicos mamíferos europeos con vida propiamente subterránea, al pasar gran
parte de esta bajo tierra, a la que se han adaptado de una forma asombrosa,
pudiendo pasar largos periodos sin necesidad de tener que salir a la
superficie.
La presencia de
toperas en el suelo es el mejor rastro
para detectar su presencia. Estos montones de tierra son claramente perceptibles
y se alimentan de invertebrados, sobre todo de lombrices, estando considerados
como una plaga, debido a los daños causados en los pastizales.
Existe una circular
del ayuntamiento de Herrerías, fechada el 15 de enero de 1889, en el que se obliga
a cada vecino del municipio a dar muerte a cinco topos, presentando las diez
manos de estos al alcalde de barrio, que
deberá llevar un registro de la caza efectuada, para su posterior entrega al
Ayuntamiento en los días de pleno. Se
castiga con una multa de 1,25 pesetas quien incumpla la circular.
Circular municipal |
Por su interés transcribimos
la circular:
El
Ayuntamiento que tengo el honor de presidir, acordó en sesión del día 10 del
corriente, que todo vecino ha de dar muerte a cinco topos, presentando las diez
manos de los mismos y entregándolas a los alcaldes de barrio, quienes llevaran
una lista y anotaran en ella a los vecinos que les verifique y estos lo harán
al ayuntamiento en los días de sesión, que lo han de verificar, para el día 31 de marzo próximo, bajo multa a
los faltos de una peseta y veinticinco céntimos , que se hará efectivo por la vía
de apremio en el papel correspondiente.
(copias)
Herrerías 15 de enero de 1889
Topo ibérico-–talpa occidentalis- |
Eran tiempos en los
que la adversidad en el medio rural se combatía con medidas de solidaridad vecinal.
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