sábado, 3 de diciembre de 2016

LA PRECOCIDAD DE LA CURUBA (Passiflora mollissima)

En anteriores entradas habíamos escrito que estábamos haciendo pruebas en Cades con una serie de semillas de frutales andinos, adquiridas en la empresa Semicol S.A. de Bogotá. www.semicol.co.

También habíamos dicho que producida nuestra vuelta a finales de abril, los primeros semilleros los hicimos a mediados de mayo y que una vez las plántulas habían alcanzado los 15 centímetros de altitud, las pasamos a tierra. Estamos hablando de la curuba y esto se produjo a finales de julio.


Pues bien, en la primera espaldera que montamos con una docena de plántulas, éstas ya han crecido por encima del alambre superior y están empezando a dar las primeras flores, preámbulo de sus correspondientes frutos. Es decir nos encontramos ante unas semillas que vertidas en tierra florecen a los 6 meses y dar sus frutos una especie de pepinos de 12 x 4 cm en unos ocho. ¡Qué precocidad! ¡Qué generosidad!

Noviembre del 2016. Mosaico de flores y capullos en Cades
Las flores son axilares, solitarias y péndulas. Los pedúnculos de entre  3 y 10 cm de largo, son de color rosa. Como todas las pasifloras son tan atractivas que mucha gente las planta más por tener acceso a sus flores que a los frutos.

Fruto de la curuba maduro
Sorprende que florezcan en nuestro invierno, pero su hábitat natural en sus latitudes andinas, oscila entre los 1.800 y los 3.200 metros,  casi en la franja baja de las alturas parameras.

¡Bienvenida la curuba en Cades!

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