En el medio rural cántabro se conoce a la mona como el hongo parasito del maíz –ustilago
maydis– que ataca potencialmente todas las porciones de la planta, incluidas
las panojas.Las plantas atacadas desarrollan malformaciones en forma de
agallas abultadas, en un principio de color gris pálido, pero que se oscurecen
al aproximarse la maduración, y que
contienen en su interior esporas reproductivas en un tejido esponjoso de color
negro.
Este hongo se consideraba una plaga al estropear el normal desarrollo de la planta. También se guardaban y servían para tiznarse la cara durante los carnavales. La letra de una copla cántabra dice:
Cogiendo
la mona en la mies
la
mi galana yo vi¡Quiera Dios que en la deshojá
me pinte la cara a mí!

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