Va a cumplirse un año
de la elección como alcalde pedáneo de Cades de un ciudadano holandés de nombre
René Van Der Hulst. René lleva entre nosotros algunos años formando un
matrimonio mixto con una ciudadana española.
René
Van Der Hults. Imagen capturada de su WhatsApp
Cuando me explicó sus
intenciones de presentarse al cargo traté de disuadirlo, sin éxito. Le expliqué
que las reuniones del concejo eran una jaula de grillos y que no merecía la
pena. Me equivoqué.
Transcurrido casi un año
se constata la asistencia mayoritaria de los vecinos a los plenos, se conducen
con orden y se toman las decisiones democráticamente, se confeccionan
presupuestos realistas que posteriormente se ejecutan, se aprueban nuevas ordenanzas respecto al aprovechamiento de los pastos, donde se incluye la prohibición de utilizar productos que contengan glifosato en los terrenos del Concejo, se hace las convocatorias correctas y
a todos nos llegan las actas de lo deliberado.
Por si fuese poco lo
anterior, se ha puesto orden en los consorcios forestales del pueblo que tiene
en el monte, están aflorando y ordenado la situación de todos los bienes del
pueblo, se han arreglado caminos que hacía décadas que no se tocaban, se han cambiado los pasos canadienses desde hace tiempo estropedaos, hay un
proyecto para humanizar la plaza del pueblo…. Lo más parecido a un milagro. René
no está solo; le ayudan Cristina, Sergio y Ramiro.
Pasos canadienses de entrada a la pradería del
Escajaluco, repuestos recientemente
¿Cómo ha sido posible
esto? Admitida la capacidad de René para conducir adecuadamente la pedanía y
descartado que tenga algún interés espurio en el cargo, cabe
preguntarse por qué los jarucos -gentilicio de los habitantes de Cades-
han depositado la confianza en un extranjero para la solucionar sus problemas.
Hay que advertir que
Cades como cualquier pueblo de la Cantabria rural, está cruzado de agravios
ancestrales entre vecinos, de prejuicios, de envidias, de rencillas…. que hacen bueno ese proverbio de: pueblo
pequeño, infierno grande. El perfil de sus gentes es mayoritariamente
conservador, que se rigen por una moral religiosa y que, ante el progreso, el
único que les interesa es el meramente económico.
Entonces, ¿por qué el
éxito de René y su equipo? A mi juicio se debe precisamente a eso, a que es extranjero.
Hemos depositado la confianza en un hombre de afuera, que vemos como un hombre
bueno, que trata de ayudarnos. Cualquiera de los de adentro no serían capaces,
porque no les dejarían.
Todavía les quedan algo
más de tres años. Esperemos que sigan así. Hoy no nos queda más que felicitarlos
por la inmensa tarea desarrollada y darles las gracias.
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