lunes, 12 de junio de 2023

LOS BOLADO Y LA AGRICULTURA EN CANTABRIA, EN EL PASADO SIGLO XX ( III )

 

El taller del barrio Las Palmas de Muriedas, dentro de esas labores comerciales que menciónanos en la entrada anterior, se dotó de un precioso catálogo de editó sobre 1940.  Se trata de una publicación en formato apaisado con tapas duras de cartón forradas en tela de color verde y con los títulos en huecograbado dorado y con refuerzo en cuero sobre en el lomo y en las esquinas de la cubierta y contracubierta.

En él presentaron media docena de máquinas como desgranadoras de maíz, máquinas de picar raíces, desterronadoras de púas, maquinas corta forrajes, sembradoras y maquinas mixtas de sembrar, sallar y resallar, para alubias, maíz y cereales en general.  

                                                                           
                                                          Dibujos del catálogo 

En el catalogo no parecen las cultivadoras, una maquina muy ingeniosa, que permite desde un mando central, sin necesidad de agacharse   regular el tren de sallado –regular la anchura del surco a sallar–, mediante el juego de un engranaje circular sobre otro de media luna. Esta era la maquina mas aceptada en el mercado. 

Máquina cultivadora de tecnología Bolado

De las trescientas máquinas que T. B. ponía en el mercado en un año normal, se puede estimar los modelos más vendidos, según los criterios de Ignacio Bolado.

-    Sembradora: unas 90 sembradoras/año.

-    Cultivadora de cinco y nueve rejas:  unas 120 cultivadoras /año.

-    Máquina de picar remolacha:  unas 50 máquinas/año.

-    Maquinas mixtas de sembrar, sallar y resallar: unas 20 máquinas /año.

-    Resto: 10%, equivalente a unas 20 máquinas entre arados patateros, máquinas de cortar forraje y las desterronadoras. De hecho, algunas de estas máquinas se construían únicamente bajo pedido.

En el taller se construían todas las piezas de las máquinas, salvo las piezas de fundición que, se subcontrataban a fundiciones locales y a una de la Bañeza, en León, que tenía buenos precios.

El grueso de las máquinas solía venderse cuándo se utilizaban, más o menos entre marzo y agosto, los seis meses donde se obtenían gran parte de los ingresos anuales. El resto del año se fabricaban las piezas de la campaña siguiente, según los desgloses que tenían de cada prototipo y las ensamblaban según iban recibiendo los pedidos. También en el taller tenían cierto nivel de actividad manteniendo y reparando maquinas averiadas de su marca e incluso de la competencia. 


                              Desglose de una sembradora mixta de tecnologia Bolado

La comercialización la completaban viajando a zonas donde el producto era conocido como era el oriente de Asturias, Lérida, Galicia y, por lo que respecta a nuestra región, disponían de una buena red de ferreterías y tiendas–bar donde las dejaban en depósito y el vendedor cobraba una comisión. Esto ocurría en numerosos pueblos como Comillas, Oreña, Ajo, Galizano, Tagle, Queveda, Suesa…


Corta raíces de tecnología Bolado


 

   

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