jueves, 18 de octubre de 2018

TALLER DE ELABORACIÓN DE TORTOS DE MAÍZ, DEL AYUNTAMIENTO DE HERRERÍAS


El ayuntamiento de Herrerías de forma acertada ha programado un taller de elaboración de tortos de maíz para el próximo día 31, en horario de 10 a las 14 horas, para niños hasta los 12 años, coincidiendo con la semana sin clase de los pequeños. El taller se desarrollará en la Ferroteca de Cades.

Decimos que nos parece acertado porque los pequeños deben conocer lo que supuso la llegada del maíz de América y la trascendencia que tuvo para sus antepasados a partir de sus abuelos, hacia atrás.

Los chavales también deben saber que antes de la llegada del maíz a Cantabria se sembraban unos cereales de invierno, la escanda y la esprilla y otros de verano, el mijo y el panizo, especies pobres de trigo y de sorgo, que daban origen a años de gran escasez de grano, provocando terribles hambrunas. El plato más común de la alimentación era un guiso de verduras –berza o repollo– cocido con algo de manteca o tocino, conocido como puchero. Las patatas todavía no se conocían.

El maíz se trae a España a finales del siglo XV. Lo traen los conquistadores españoles que llegaron a América, pero no se siembra hasta principios del siglo XVII.  La elevada productividad del maíz, frente a los cereales anteriores, produce una fiebre sembradora, de tal manera que, avanzado el siglo, prácticamente en todo Cantabria se sembraba maíz.

Este proceso se denominó la revolución del maíz. Mejoró sustancialmente la dieta alimenticia de los campesinos cántabros, desaparecieron las hambrunas y las epidemias asociadas, a la vez que por primera vez se obtenían excedentes.


Tortos de maíz. Foto; cocina de Nihacc


El maíz se comía en forma de tortas, tortos, boronas, pulientas y boronos. El grano siempre se molía en los molinos hidráulicos, muy abundantes por toda la región, para obtener harina, que era la materia prima a partir de la cual se confeccionaban los preparados anteriores.

El maíz para su sembrado necesita un clima templado que, salvo en las partes altas de la región, se daba en toda Cantabria. En nuestro valle el límite estaba en Tudanca hasta tal punto que, Polaciones que está por encima de los 900 metros de altitud, se sembraban patatas –otro alimento americano– que intercambiaban por maíz, en los pueblos de la zona baja.

Cartel explicativo de la domesticación del maíz en Cantabria

Antes de entrar en harina, nunca mejor dicho, hablaremos a los pequeños de esto, esperando que cuando finalice el taller, sean más sabios, conozcan un poco más como se alimentaban sus antepasados, a la vez que les gusten y soliciten a sus mayores, que se los hagan en casa, para sostener la tradición.

 

Cristina Ruíz  y  Alix Mercedes Sánchez


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