El ayuntamiento de Herrerías
de forma acertada ha programado un taller de elaboración de tortos de maíz para el próximo día 31,
en horario de 10 a las 14 horas, para niños hasta los 12 años, coincidiendo con
la semana sin clase de los pequeños. El taller se desarrollará en la Ferroteca
de Cades.
Decimos que nos parece
acertado porque los pequeños deben conocer lo que supuso la llegada del maíz de
América y la trascendencia que tuvo para sus antepasados a partir de sus
abuelos, hacia atrás.
Los chavales también deben
saber que antes de la llegada del maíz a Cantabria se sembraban unos cereales
de invierno, la escanda y la esprilla
y otros de verano, el mijo y el panizo,
especies pobres de trigo y de sorgo, que daban origen a años de gran escasez de
grano, provocando terribles hambrunas. El plato más común de la alimentación era
un guiso de verduras –berza o repollo– cocido con algo de manteca o tocino,
conocido como puchero. Las patatas
todavía no se conocían.
El maíz se trae a España a
finales del siglo XV. Lo traen los conquistadores españoles que llegaron a
América, pero no se siembra hasta principios del siglo XVII. La elevada productividad del maíz, frente a
los cereales anteriores, produce una fiebre sembradora, de tal manera que,
avanzado el siglo, prácticamente en todo Cantabria se sembraba maíz.
Este proceso se denominó la revolución del maíz. Mejoró
sustancialmente la dieta alimenticia de los campesinos cántabros, desaparecieron
las hambrunas y las epidemias asociadas, a la vez que por primera vez se
obtenían excedentes.
Tortos de maíz. Foto; cocina
de Nihacc
El maíz se comía en forma de tortas, tortos, boronas, pulientas y boronos.
El grano siempre se molía en los molinos hidráulicos, muy abundantes por toda
la región, para obtener harina, que era la materia prima a partir de la cual se
confeccionaban los preparados anteriores.
El maíz para su sembrado
necesita un clima templado que, salvo en las partes altas de la región, se daba
en toda Cantabria. En nuestro valle el límite estaba en Tudanca hasta tal punto
que, Polaciones que está por encima de los 900 metros de altitud, se sembraban
patatas –otro alimento americano– que intercambiaban por maíz, en los pueblos
de la zona baja.
Cartel explicativo de la
domesticación del maíz en Cantabria
Antes de entrar en harina,
nunca mejor dicho, hablaremos a los pequeños de esto, esperando que cuando
finalice el taller, sean más sabios, conozcan un poco más como se alimentaban
sus antepasados, a la vez que les gusten y soliciten a sus mayores, que se los
hagan en casa, para sostener la tradición.
Cristina
Ruíz y Alix Mercedes Sánchez