lunes, 20 de junio de 2016

LA ENERGÍA EÓLICA PARA PROTEGER EL MAÍZ

En el norte de España la siembra del maíz no forrajero hay que protegerlo de las aves, miruellos, malvises, urracas, gallos de monte, cuervos…. Cuando las plantas son pequeñas las sacan de la tierra con el pico, para comerse el grano desde donde germina. Una forma clásica de combatir estos daños ha sido con los espantapájaros. Muñecos que simulan la presencia del campesino  durante las 24 horas, para que las aves no se posen sobre las tierras sembradas.

Hace años no sabría precisar cuántos observé en el museo etnológico de Ribadavia, en Orense, un artilugio muy ingenioso llamado martabela. En realidad es un espantapájaros que movido por el aire hace funcionar una carraca que, con el ruido producido, espanta a las aves. Tiene las aspas para mover el mecanismo, el dispositivo de la carraca y el timón para captar el viento. Toda ella construida en madera. Me resultó tan atractivo este artilugio que me construí uno en mi casa de Cades, en el 2008.
A la izquierda la martabela del museo. A la derecha, la propia
En las visitas que he realizado a los mercados de Galicia, pero sobre todo en los de Portugal, he visto una especie de martabela metálica que tiene el mismo fin que el de la exposición. Dotada de hélices, cuando el viento las mueve,  hace girar a un eje que a la vez  mueve unas cadenas que golpean sobre una especie de campana. Este ruido de golpeo de las cadenas sobre la campana es la que espanta a las aves. Están dotadas de timón para orientarlas hacia el viento que pondrá en marcha el mecanismo.

En días pasados visitamos a nuestros amigos gallegos Manel e Isabel, en Vigo. Siempre que lo hacemos visitamos algún mercado portugués, ya que nos encantan. Pues bien, en el de Ponte de Lima, decidimos comprar una martabela para proteger nuestros sembrados.  Es de cuatro aspas y el timón es la figura de un gallo pintado. La hemos instalado y desde luego es muy eficaz haciendo ruido. A una pequeña velocidad de viento ya se pone en marcha y además estéticamente en muy bonita. A nuestros vecinos del pueblo les produce mucha curiosidad este artilugio.
A la izquierda detalle de la martabela portuguesa. A la derecha la misma sobre el sembrado
Desde luego el ingenio de los campesinos es asombroso. En este caso, la energía eólica gratuita utilizada para proteger los sembrados de maíz.

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