El
camino de las harinas fue una infraestructura viaria del tipo de camino real
que unía Santander con Reinosa y Alar del Rey, en Palencia, que facilitaron la
llegada de mercancías al puerto de Santander para su exportación a América, en
especial el trigo y las harinas.
El
primer tramo hasta Reinosa, atravesaba lo que sería la provincia de Santander
de norte a sur, sirviendo como eje industrial para numerosas empresas,
sobresaliendo la industria de las harinas, que lo utilizaban para transportar
sus mercancías a Santander. Así la harina se convirtió en el producto en que se
especializó la primera industrialización de Cantabria, especialmente en Campoo
y en el valle del río Besaya, nacida gracias al grano castellano.
Esta
industria se componía de modernas
fábricas harineras, no de molinos maquileros, dotados de piedras francesas o
cilindros centroeuropeos, con un sistema integrado de molienda y cernido. Se trataba de un
complejo fabril que incluía una completa instalación hidráulica, edificios de
transformación, almacenaje, empaque, talleres de carpintería y forja,
equipamiento para el transporte…
Un
molino de cilindros funciona de la siguiente manera. Se inicia la separación de impurezas mediante
aspiración, cribado..etc., para luego pasarlo por un rociador con la finalidad de alcanzar un cierto grado
de humedad indispensable para una buen molturación. A continuación se procede a
la molienda selectiva en molinos de rodillos que desgarran y trituran el grano.
La molienda propiamente dicha comprende tres operaciones diferentes: trituración, desagregación y compresión. En las dos primeras unos cilindros metálicos muelen por presión, gracias al efecto de unas estrías labradas en el metal, realizándose de cuatro a ocho trituraciones, cada una con un estriado diferente, hasta conseguir una harina fina y uniforme.
Molinos de cilindros y esquema de funcionamiento de uno
de ellos.
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Se
conocían varias fabricas en Reinosa, en Fuentes, Fontibre, Salces, Cañeda,
Nestares, Lantueno y Santiurde y ya, en el área de Torrelavega, en Barreda,
Campuzano y en la propia ciudad. Estas últimas de capital vasco.
Precisamente en una de ellas y a través del prestigioso profesor José Ortega Valcárcel, otrora consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, se decidió abrir un centro de visitantes en la antigua fábrica de harinas La Montañesa, ubicada en Pesquera. Este centro conserva debidamente restaurado la sala de molienda, la de cernido y las turbinas hidráulicas.
Fachada principal de Centro de visitantes
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Desde
aquí queremos invitar a nuestros lectores a
visitar este centro para conocer como era una moderna fábrica de harinas
y para entender lo que supuso en términos económicos, para Cantabria, el
denominado camino de las harinas.
P.D.: El esquema de funcionamiento del molino está tomado de un trabajo de Mª Yolanda López Gálvez, publicado en el boletín MOLINUM nº 38, de febrero de 2013.