Isidoro Sánchez nuestro
vecino de Cades nos ha dejado prematuramente. Era un hombre sencillo y austero
que tuvimos la suerte de conocer y de disfrutar de su amistad.
Había nacido en Cades
donde vivió la mayor parte de su vida. El resto lo hizo en Torrelavega donde trabajó
en el sector de la construcción. Una incapacidad laboral le acerca de nuevo a
Cades, donde residiría definitivamente.
Isidoro tallando la madera |
Desde su vuelta al
pueblo dedica la mayor parte de su tiempo a la actividad talladora de la madera,
reproduciendo en miniaturas, útiles, herramientas, medios de transporte, formas
de trabajo, actividades agrarias, arquitecturas, vestimentas y formas de vida
de la actividad campesina del bajo Nansa, desconocidas por las poblaciones
urbanas de las ciudades e incluso entre los más jóvenes del medio rural.
Isidoro nos deja un
legado que no somos capaces de valorar bien. La contemplación de su obra es un
ejercicio de memoria que nos devuelve el conocimiento de cómo éramos hace más
de cincuenta años, necesario para saber de dónde venimos.
En el 2020 intentamos hacerle un homenaje–exposición donde los vecinos serían los protagonistas. La COVID–19 inicialmente y la actitud de la mayoría de la Corporación Municipal después, impidieron el merecido homenaje. Lo que si alcanzamos fue a preparar una sencilla publicación sobre su obra que repartimos por el pueblo y vecinos del municipio y a entregarle una placa grabada en piedra, que tiene colgada en la fachada de su casa.
Portada del cuadernillo sobre la obra de Isidoro |
Consternados aún por la noticia –habíamos estado con él hace unos 10 días hablando de su recuperación– queremos en estos momentos dolorosos estar junto a Marta, su viuda y con sus hijos Eva y Rubén.