Desde el punto de
vista geológico existe un cinto de arenisca que se descuelga desde un lateral
de Otero, pasando por la Sierra, llega hasta el barrio de El Pellón. De
hecho, la fuente de El caño y el abrevadero de la Pilanca de ese barrio, están sobre ese cinto
de arenisca.
Abundando más en esta
historia, una esquina de la cocina de nuestra casa, que anteriormente fue una
cuadra, se edifica sobre el referido cinto, que es perceptible a la vista.
En los planos del
Catastro de Rustica de 1953, aparece un término denominado canto del arenazo.
Esta denominación se refiere a una parte de ese cinto que cruza el antiguo
camino que unía Cades con Otero y que formaba parte de la carrada del carbón. El
camino por donde se bajaba el carbón de la Sierra de la Collada a la ferrería
de Cades.
Canto del arenazo. Señal divisoria de Cades con Cabanzón |
Ese canto, muy cerca
de nuestra casa y detrás de Socueva, alberga sobre la propia piedra una cruz
esculpida que hace referencia a la línea divisoria que separa Cabanzón de
Cades. Estamos, pues, ante una señal que marca la división entre dos pueblos y de ahí que
apareciera en los planos catastrales.
En rojo el Canto del Arenazo, marca divisoria de Cades y Cabanzón |