Un
molino es un edifico por lo general de dos alturas donde se muele el grano
para convertirlo en harina. Con esta
denominación incluye la infraestructura necesaria para aprovechar la fuerza
producida por el salto de agua, incluido el ingenio mecánico utilizado para
moler, compuesto por dos piedras de moler o muelas, una fija y otra
giratoria.
Estos
molinos se construían aguas arriba del río elegido y en Cantabria la tipología
utilizada era la de rueda horizontal o
rodezno, para diferenciarlos de los de rueda vertical o aceña.
El
agua del río era desviada a través de una presa o en una compuerta lateral
donde se iniciaba el calce o canal
por donde trascurría. Estos canales
solían disponer de varias
compuertas que hacían las veces de aliviaderos. El agua llegaba a un camarao
o embalse donde a través de un hueco se deslizaba el agua por el saetino que es un canal estrecho que
conduce el agua hasta los rodeznos. Esta fuerza hídrica hace girar el rodezno
que está unido a través de un eje llamado árbol
a la piedra volandera – la superior -
encargada de molturar el grano sobre otra fija o solera.
Hemos hablado de dos alturas en los edificios de los molinos. En la parte superior donde se ubica el molinero se encuentran las tolvas receptoras de granos, las piedras demoler o muelas con su guardapolvos, la cabria o grúa que sirve para levantar las muelas para picarlas o reponerlas, el harinal que es el cajón que recoge la harina que cae de las muelas, el aliviador que es un dispositivo que permite regular la separación entre las muelas y la paradera que es el mecanismo que acciona el molino. Es la compuerta que colocada delante del saetino permite la entrada del agua sobre el rodezno. Tanto el aliviador como la paradera se acciona desde el interior del molino y en su parte alta.
Hemos hablado de dos alturas en los edificios de los molinos. En la parte superior donde se ubica el molinero se encuentran las tolvas receptoras de granos, las piedras demoler o muelas con su guardapolvos, la cabria o grúa que sirve para levantar las muelas para picarlas o reponerlas, el harinal que es el cajón que recoge la harina que cae de las muelas, el aliviador que es un dispositivo que permite regular la separación entre las muelas y la paradera que es el mecanismo que acciona el molino. Es la compuerta que colocada delante del saetino permite la entrada del agua sobre el rodezno. Tanto el aliviador como la paradera se acciona desde el interior del molino y en su parte alta.
Esquema de un molino tomado del blog
de Sheila Galea. En este caso de cubo. No está reflejada la cabria.
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En la parte baja alta se encuentra propiamente el ingenio, consistente en el rodezno, que es una rueda hidráulica dotada de paletas curvas que gira impulsada por la fuerza del agua. Es el elemento esencial en el mecanismo impulsor del molino. Este rodezno está único a un eje vertical –el árbol– que transmite la energía a la piedra superior o volandera. Al girar una piedra circular sobre otra fija –solera – sirve para moler lo que entre ellas se interpone, en este caso el grano.
La introducción del maíz a partir de principios del siglo XVII, produjo un aumento de la producción de cereales en Cantabria y ello dio un impulso definitivo a la construcción de molinos para que transformasen cantidades cada vez mayores de grano en harina. Era tal la fiebre molturadora que en cualquier cauce o regato de agua que garantizase al menos la molienda durante cuatro o cinco meses se construían molinos. El grano se llevaba en carros o a lomos de bestias y se cobraba en especie. El molinero retiraba la maquila que solía ser un celemín por cada fanega molida. Tanto el celemín como la fanega eran medidas de capacidad para áridos y equivalían a 4,6 y 55,5 litros, respectivamente. Los molinos que tenían este sistema de cobro se conocían como molinos maquileros.
EVOLUCIÓN DEL NÚMERO DE MOLINOS DE RÍO EN CANTABRIA, POR CUENCAS (1)
CUENCAS o LUGARES |
Número de molinos de Río, 1752 - 1753 |
Número de molinos de Río, 1845 - 1850 |
Deva |
161 + varios |
78 |
Nansa |
115 + varios |
50 |
Escudo |
20 + varios |
3 |
Rioensenada
(Alfoz de Lloredo |
17 + varios |
0 |
Saja-Besaya |
131+ varios |
102 |
Pas |
137 + varios |
68 |
Bahía de
Santander (sus 4 lugares, Camargo y Bezana) |
16 + varios |
15 |
Miera |
69 + varios |
47 |
Campiazo |
25 |
16 |
Clarión |
12 + varios |
1 |
Asón |
69 |
70 |
Agüera |
11 |
15 |
Mioño |
0 |
15 |
Ebro |
3 |
48 |
Valle de
Liendo |
25 |
- |
Cóbreces |
- |
3 |
Galizano |
- |
6 |
TOTAL |
811 + varios |
537 |
(1) Ceballos Cuerno, Carmen. 2007. Las ferrerías y molinos del Asón: un patrimonio abandonado. Actas de las VII Jornadas de Acanto sobre Patrimonio Cultural y Natural de Cantabria.
Desconocemos
cuales son las causas del importante
descenso de molinos que se produce en las cuencas de los ríos Deva, Pas y
Nansa, durante el siglo XIX. De cualquier manera y para Cantabria, las cifras
del siglo XVIII arrojan que en nuestra región había un molino de río cada 6
km2. En este ratio no están considerados los molinos de marea.