martes, 24 de enero de 2017

A VUELTAS CON LAS HOJAS VEGETALES I

No es la primera vez que escribo en este blog sobre la utilidad de las hojas vegetales, sobre todo como envoltorio de productos alimenticios o como vajilla. Lo hice de forma profusa en el blog: andandopobogota.blogspot.com, que mantuve mientras residía en Colombia.


Revisando las propuestas de los chefs que por estos días están participando en Madrid Fusión y en las de los años anteriores, resulta que las hojas vegetales han pasado a ser elementos del recetario exótico Asiático-Latinoamericano a fuente de inspiración de la gastronomía actual en nuestro país.

Cocochas en hoja de bambú - bambusoideae-  de Elena Arzak
Desde los albores de la humanidad, las distintas civilizaciones cuando han tenido necesidad de envolver, guardar, preservar o transportar diversos productos han acudido a embalajes de origen vegetal. Esta actividad –envolver productos con hojas vegetales- es una práctica encuadrada en la etnobotánica, que es la ciencia que estudia las relaciones entre grupos humanos y su entorno natural o, lo que es lo mismo, el uso y el aprovechamiento de las plantas en diferentes espacios culturales y en el tiempo.

He recorrido muchos mercados de bastantes países desde México hasta El Perú estudiando esta actividad, sobre todo en Colombia, país donde más tiempo he residido. Me he encontrado con docenas de envueltos vegetales, algunos de ellos estéticamente muy bellos. 

En plena era de la globalización encontrarme en el mercado de Guaduas, a solo 130 kilómetros de Bogotá, la comercialización de huevos envueltos en calceta de plátano, es directamente una delicia. Esto ocurrió en el 2015.

Huevos en calceta de plátano. Mercado de Guaduas.
En los países latinoamericanos las hojas vegetales se utilizan para envolver productos naturales o en estado crudo, para hacerlo con alimentos ya elaborados. Un tercer grupo envuelve alimentos para su cocción, mientras que el cuarto sirve de protección de otros alimentos o cargas y, por último, el quinto es la utilización de las hojas vegetales como mantel, plato o decoración gastronómica.

Huevos protegidos con hojas de mazorca de maíz. Envuelto producto crudo

Quesillo envuelto en hoja de rascador -xanthosoma violaceum-.Envuelto producto elaborado
Tamal tolimense en hoja de bijao - calathea lutea- Envuelto para la cocción.
Hojas de palma amarga para proteger otros vegetales -sabal mauriitiformis- Protección de cargas
Bandeja paisa sobre hoja de bijao. Mantel y plato.
Para entender este fenómeno y referido únicamente a Colombia para la protección y guarda de los productos lácteos -cuajadas, quesos, quesillos, mantequillas..-  se conocen al menos diecisiete variedades de plantas.

No es casual que una parte de China y en Tailandia y la América intertropical sean las zonas del planeta donde estas prácticas son más generalizadas. Son las que concentran las zonas selváticas del planeta y la vegetación más exuberante. En nuestro país también existió esa costumbre, aunque con los tipos de hojas locales –vid, berza, nogal, castaño, arce..como ya veremos en la siguiente entrada.

sábado, 7 de enero de 2017

LA CARRUMBA: UN ARTILUGIO PARA EL HILADO DE FIBRAS

Durante nuestra estancia en Bogotá visitamos el Museo de los Trajes Regionales, ‒museodetrajesregionales.com‒  que se ubica a un  costado de la catedral, en el barrio de la Candelaria, la zona colonial de la ciudad.

En este modesto museo localizamos una pieza que nunca habíamos visto y que respondía al nombre de carrumba. Es una especie de huso de hilar clásico, modificado para aumentar su rendimiento, que nos permitieron moverlo para su fotografiado.


Posteriormente y a través de las colecciones etnográficas que alberga el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, hemos conocido que se llama huso arhuaco. Los Arhuacos  son una tribu indígena que opera en la Sierra Nevada de Santa Marta, al norte de Colombia y que son grandes textileros; son los confeccionadores de las famosas mochilas arhuacas en lana de oveja, cuyas reproducciones en otros materiales se están comercializando ya en nuestro país y en el resto de Europa.

Carrumba o huso arhuaco
En realidad la carrumba es un huso clásico construido en madera, con  un eje de unos 45cm de largo,  dotado de un volante de inercia de unos 10 cm de diámetro, situado como en la mitad del eje, dejando la parte baja del huso para hacer un marco también en madera, que sirve de agarradera del mismo. 

Por este marco y rodeando el eje se instala una cuerda atada a un palo, de tal manera que moviendo el palo convenientemente, la cuerda hace girar el eje a gran velocidad, con lo que consigue un hilado mucho más rápido que el clásico obtenido del huso que conocemos aquí.

Otros modelos de carrumbas
No hemos visto nunca hilar, aunque disponemos de algunas fotos que representan esta actividad. Es posible que para obtener una adecuada productividad con este artilugio, sea necesaria la presencia de dos personas. Una que va desmadejando la lana del copo, mientras que la segunda maneja la carrumba.

Algunas fotos del hilado mediante carrumba
La carrumba se utiliza en Colombia, aparte de en la Sierra Nevada, en la zona Caribe y en la región del Magdalena. En este país la fibra más trabajada es la vegetal denominada fique o cabuya, -Furcraea andina- donde en Cades tenemos plantados algunos ejemplares traídos de aquél país.

Por último, nos hemos propuesto construir una carrumba y dejársela a María Bulnes de la Hila de San Mamés, en Polaciones, para que la conozca, la pruebe y la ponga en marcha.